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Audio complementario..."Caribe Atómico" de Aterciopelados |
La única forma que tengo para hacerlo es escribiendo (te). Gracias Gabo por enseñarnos las arcaicas genéticas y arraigadas genealogías de nuestros árboles de parentesco latinoamericanos, cargados de guayabas, chirimoyas, papayas, paltas, limones, tumbos y ajipas. Diversos, donde siempre será posible rastrear a un ancestro tan venerable y humano como el Cnel. José Arcadio Buendía, imaginario del patriarca héroe de la liberación de su pueblo, motor de la familia y justo sabio; y deshilar y retorcelar los linajes de matriarcas como Doña Ursula Iguarán, arquetipo de nuestras abuelas y referente de la fortaleza de la mujer latinoamericana, que es dueña de si misma, que dialoga con la luna, con los sueños, que atiende a diez hijos, la casa, el perro, el loro y el gallinero, que recompone los desasosiegos de los amados con una buena comida y te devuelve el alma con un poco de picante, que no ha perdido ni la fe ni el hábito de madrugar para entrar en contacto con Dios, el Espíritu Santo y la Virgen María.
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Esa tu única forma de narrar y describir, de pasearte por las memorias de las personalidades que has creado para el mundo y el imaginario de muchas generaciones, que crecieron, crecimos y continuarán creciendo con tus obras, reflejan la historia compartida por millones de latinoamericanos repartidos por todos los puntos cardinales del orbe, en todo tiempo, en todo lugar, tus historias han narrado las historias de nuestros abuelos y abuelas, de nuestra propia vida, de las tierras que habitamos, colmadas de riquezas y belleza natural, de diversidades en todo sentido y ámbito, de sueños y realidades cargadas de miseria, misterio y magia, de mucha fe y ritualidad, de simplicidad y complejidad, de controversias y contradicciones, así como de ironías, ilusiones, ingenuidad y desencanto. Gracias Gabo, con todas las letras un verdadero Ser Humano, que has fomentado una eterna capacidad de asombro para con nosotros mismos, la tierra que pisamos, el lugar que ocupamos y para con la vida. Particularmente he vencido el duelo matando la indiferencia. Hasta pronto Gabo, ya nos reencontraremos en su momento cuando nos toque cruzar el río.
Bueniiisiiiimoo!!!
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