GUALALAS
Memoria Histórica y Oral de la “Asociación-Comité
de Festejos de Fraternidades Folclóricas - Virgen de Guadalupe” (1987-2020)
María Antonieta Herrera Loayza
Sucre, noviembre de 2020
*Agradecimientos especiales a la Sra. Aida Peredo de Acosta y la Sra. Ma Elena Daza, miembros fundadoras de la Asociación-Comité de Festejos de Fraternidades Folclóricas - Virgen de Guadalupe, así como a la Secretaria Municipal de Turismo y Culturas de Sucre (2020) por brindarnos acceso al material y entrevistas para la redaccion de este artículo
Introducción
En el ámbito académico, las manifestaciones y
expresiones de la cultura inmaterial se han interpretado desde una variada gama
de intereses y enfoques, estudios científicos multidisciplinarios que han
tomado diversos objetos de estudio, prácticas y técnicas ente un sin fín de
temáticas, han aportado al registro sistemático de las expresiones y
manifestaciones culturales más diversas y ricas de las culturas humanas.
El presente artículo pretende
constituirse en una primera aproximación, desde la Antropología Histórica, al
registro, sistematización, revisión documental y reconstrucción de la memoria
histórica y oral de la “Asociación-Comité de Festejos de
Fraternidades Folclóricas - Virgen de Guadalupe” (1987-2020), organización
dedicada a la recuperación y desarrollo de la fe mariana, la Advocación a la
Virgen de Guadalupe, la transmisión y preservación de la tradición religiosa,
al fortalecimiento de las expresiones y manifestaciones populares de fe. Este
estudio, que sin ánimos de ser exhaustivo, se constituirá en un aporte al
corpus de conocimientos históricos sobre la Festividad de la Virgen de
Guadalupe y sus dinámicas durante la Bolivia del Siglo XX y su transición hacia
un Siglo XXI marcado por la modernidad, nuevas configuraciones socioculturales,
políticas, económicas, ambientales y sanitarias, aperturando así nuevos
horizontes y temas de debate, reflexión e interés para futuras investigaciones
y abordajes.
La advocación mariana a la Santísima Virgen de
Guadalupe en la ciudad de Sucre se remite al Siglo XVI, el fraile jerónimo
oriundo de Extremadura Fray Diego de Ocaña que arriba la Villa de La Plata a
invitación de Juan Larreategui, entonces Dean de la Audiencia de Charcas, es un
evento fundacional de la instauración de la advocación mariana en la ciudad;
cuyo culto, espiritualidad y religiosidad ha mantenido una continuidad y
presencia histórica a lo largo de los siglos posteriores, diseminándose hacia regiones
de los Andes Sur Centrales, los Cintis y el Chaco de Bolivia. Sin embargo,
durante estos cuatro siglos de vigencia de la tradición religiosa, existen muy
pocos registros e investigaciones que den cuenta de las particularidades,
transformaciones o permanencias de manifestaciones y expresiones culturales
relativas a la advocación y festividad de la Virgen de Guadalupe en Sucre, por
lo que existe la necesidad de contar con mayor información y documentación al
respecto, así como la necesidad de contar con registros y sistematizar las
experiencias de las organizaciones de la comunidad católica que actualmente
continúan con la devoción a la Mamita Guadalupe en la ciudad de Sucre.
En el presente, con más de treinta años de trayectoria
y camino recorrido en la organización y gestión de la Festividad de la Virgen
de Guadalupe, las “Gualalas” se han ganado un lugar importante en la historia e
identidad de la comunidad católica y la sociedad sucrense, chuquisaqueña y
boliviana; son un referente de organización que articula a devotas y devotos
católicos, cultores, practicantes y profesantes de la advocación mariana a la
Virgen de Guadalupe.
“Al hablar de los primeros pasos de la
devoción a la Virgen de Guadalupe de Charcas, es obligado traer a la memoria el
recuerdo de dos grandes figuras: don Alonso Ramírez de Vergara, séptimo y
último obispo que rige los destinos de aquella diócesis, antes de ser elevada
al rango de archidiócesis, y el fraile jerónimo, Diego de Ocaña. Ambos abrigan
un mismo deseo: dar a conocer a la Virgen de Guadalupe extremeña sin regatear
ningún tipo de esfuerzo” (GATO C., Purificación: 1992)
De acuerdo a los aportes de investigación de la
historiadora Purificación Gato Castaño (1992), el Cabildo Catedralicio de La
Plata otorga potestad al obispo Vergara para construir una capilla junto a la
catedral, donde habían de reposar sus restos después de su muerte. Con esta
autorización manda edificar la capilla poniéndola bajo la advocación de la
Virgen de Guadalupe, en recuerdo de la Virgen de las Villuercas (Virgen de
Guadalupe de Extremadura)
Como ya se había señalado, la producción bibliográfica
y académica referente a la historia y otros elementos culturales, religiosos,
iconográficos y sociales de la festividad de la Virgen de Guadalupe es
moderada. En la actualidad es muy escasa la información sobre los aspectos socioculturales
relativos a la festividad en distintas épocas de la historia de la ciudad de
Sucre, por lo tanto nos enfrentamos a ciertos vacíos que se constituirán en un
desafío abordar a posteriori, pues son cuatro siglos de continuidad de la
festividad religiosa y profesión de fe a la Virgen de Guadalupe que
aparentemente no han sufrido mayores modificaciones, distorsiones, pérdidas o
cambios, manteniéndose en un continuo de solemnidad, sacralidad y fervor
católico en su ritualidad. Este deseo se manifiesta en las palabras de Ocaña,
que deja testimonio escrito de su labor evangelizadora y multifacética en el
Nuevo Mundo: «Con estas imágenes tiene de durar su devoción mientras ellas
duraren, que será lo que durare el mundo en esta última edad»
La misma autora también identifica, desde la revisión
documental archivística, dos momentos cruciales que atraviesa el culto local a
la Virgen de Guadalupe en la historia: uno a finales del Siglo XVIII, que
contribuye al realce de la devoción ya arraigada, otorgándole a la santísima
Virgen de Guadalupe las gracias por haber salvado a los pobladores del asedio
de las sublevaciones indígenas de los Katari (Tomás, Dámaso y Nicolás Katari,
hermanos y líderes indígenas, caciques de los Ayllus del Norte de Potosí que
lideraron las sublevaciones indígenas en Charcas), hecho que detonó una serie
de acontecimientos posteriores como el remozo de la imagen y su muda a las
planchas de oro, plata y la urna que la contienen. El otro acontecimiento referido
acontece a posteriori y tiene que ver con el establecimiento de regulaciones de
la festividad tanto por parte del Cabildo Secular y la Real Cédula de la corona
española que exhortaban a mantener esta tradición y sus valores.
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(Fuente imagen:USFX, 2012) |
Es en la segunda mitad del Siglo XX surge la
iniciativa de revitalizar la celebración a la mamita Guadalupe patrona de
Sucre, conformándose el 26 de agosto del año 1987 la “Asociación-Comité de
Festejos de Fraternidades Folclóricas - Virgen de Guadalupe” con el objetivo de
“recuperar y desarrollar la fe mariana mediante la devoción a la Virgen de
Guadalupe, incentivando las manifestaciones de nuestra cultura religiosa
popular, para reafirmar las costumbres y tradiciones chuquisaqueñas”. A partir
de entonces y hasta el presente, las Gualalas asumen un compromiso con la
revitalización de la festividad religiosa y sus expresiones de fe, asi como con
la recuperación de las tradiciones religiosas locales, entonces en peligro de
extinción.
Actualmente todo este conjunto de conocimientos,
saberes, prácticas y tradiciones religiosas populares y contemporáneas sobre la
Festividad de la Virgen de Guadalupe, que los miembros de la “Asociación-Comité
de Festejos y Conjuntos Folclóricos Virgen de Guadalupe” han acumulado con el pasar
del tiempo y que corren el riesgo de ser lentamente dejados en el olvido y el
desuso, por varios factores:
a) Los miembros
fundadores actualmente son Adultas/os Mayores:
mujeres y hombres que en promedio rodean los sesenta años, mantienen formas
poco conocidas de transmisión de sus conocimientos y experiencias que
usualmente se mantienen dentro del entorno familiar inmediato y la comunidad
católica, predominando la oralidad entre sus modos de enseñar y transmitir la memoria.
Es a través de la práctica y diversos tipos de experiencias rituales,
simbólicas y significativas que llegan a asumir el deber y responsabilidad de transmitir
a la comunidad y a la sociedad en su conjunto los valores espirituales que son
de gran relevancia simbólica en la identidad local del sucrense y el
chuquisaqueño. Estas personas han desarrollado un proceso de transmisión de
éstos saberes y prácticas a otro miembro de su familia o comunidad que es
particular en cada caso, pero que se encuentra muy centrado en la tradición y
memoria oral;
b) Los
conocimientos, saberes, prácticas tradicionales y populares de la religiosidad en
la Festividad de la Virgen de Guadalupe, son de carácter colectivo, sagrados y
oficiados por los especialistas, se encuentran estrechamente ligados a la espiritualidad
colectiva y toda esa esfera es susceptible de ser transgredida por diversos
factores como la degradación/tergiversación de sus valores originales por
excesos y descontrol en su promoción turística, por el impacto de los
conflictos sociopolíticos recurrentes, desastres ambientales/naturales y la
pandemia del Covid-19 que ha colocado a la emergencia sanitaria global como un
elemento de riesgo alto que amenaza la continuidad de nuestras tradiciones y a
la vida misma de todos los detentores, en particular de los grupos de riesgo y
más vulnerables; todo ello afecta directamente a las actividades que se realizan
de variadas formas;
c) La aceleración
de la pérdida de conocimientos, prácticas y costumbres, son
elementos que se articulan en la medida que las acciones de la sociedad como
colectivo se orientan de manera integral, si se descuida una parte de la
población surgirán; por ejemplo, las fluctuaciones migratorias y demográficas
tienen un impacto directo en la disponibilidad de miembros del grupo social
para su formación y sensibilización, ya que con el alejamiento del grupo
deviene una gradual pérdida de interés del niño, niña, adolescente o joven en el
propio patrimonio cultural local, exceptuando tal vez los casos en que la
tradición se mantenga con fuerza dentro de la familia. Por otra parte y al
mismo tiempo, se da otro fenómeno, la falta de un proceso continuo de registro,
sistematización y generación del conocimiento sobre la misma festividad y sus
variadas dimensiones.
d) Asumir la tarea
de preservar la memoria oral e histórica de la Asociacion-Comité de Festejos y
Conjuntos Folclóricos Virgen de Guadalupe, para
aportar a los procesos de transmisión del patrimonio cultural inmaterial en
contextos educativos con acciones orientadas hacia la población de niños,
adolescentes y jóvenes; impulsando la sensibilización y difusión de los valores
y principios espirituales, religiosos y de fe, su simbolismo, historia y todo ese
conocimiento que subyace a la Festividad
de la mamita Guadalupe. La formación de nuevas generaciones fortalecidas en su
identidad cultural y con capacidad de potenciar sus prácticas, conocimientos y
saberes posibilitará renovar los lazos de cohesion social y la identidad
colectiva, vitales para desarrollar la capacidad de resiliencia de la sociedad
golpeada por la devastación de la pandemia y sus efectos negativos. Asumiendo
que los conocimientos de todas las colectividades culturales deben preservarse,
documentarse, reproducirse y socializarse porque son conocimientos útiles para
la vida en convivencia armónica y pacífica con la sociedad, fortalecer los
lazos de cooperación y solidaridad, fraternidad, el cuidado y respeto por el
medio ambiente y el fortalecimiento de nuestra identidad cultural. Todos estos
aspectos articulan una necesidad sentida por preservar los conocimientos y
prácticas legados por la Asociación-Comité de Festejos, que se constituye en
patrimonio cultural para generaciones futuras.
e) El impacto del Covid-19 sobre la cultura y el riego
para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial: En
algunas partes de América Latina y el Caribe se están sintiendo actualmente,
los peores efectos de la pandemia, y el sector cultural sigue cerrado en muchos
países. Ya hace años que en contextos internacionales se viene debatiendo sobre
los riesgos que corre el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) en contextos de
emergencia, conflictos armados, desastres naturales y, actualmente, en
pandemia, por lo que tiene esa capacidad de ser o convertirse en un factor de
resiliencia, en un mecanismo generador de comunidad en momentos en los que se
vuelve necesaria para enfrentar los retos futuros. Durante los meses de
pandemia se ha enfatizado en la prevención a partir del distanciamiento
físico-social, lo cual ha generado connotaciones negativas de ciertos
contextos, situaciones y actividades que requieren contacto e intercambio
social o del uso del espacio público. En
tiempos de COVID-19, en la cultura, el mundo corpóreo se trasladó al virtual.
Los artistas, los creadores, los practicantes, empezaron a buscar maneras de
seguir haciendo lo que hacen a través de las redes sociales y plataformas como
Zoom, dando talleres, tutoriales y más.
¿Por qué preservar la memoria histórica de las Gualalas?
Los conocimientos y prácticas culturales tienen un trayecto histórico complejo, a veces solitario y silencioso, de resistencia, resignificaciones, renovaciones y tradiciones, luchas, reivindicaciones, logros, búsqueda de reconocimiento y respeto, diálogos interculturales, políticas públicas, iniciativas y esfuerzos a veces solitarios y a veces conjuntos.
Estos elementos en suma posibilitan superar las
limitaciones que en casos hacen de los estudios científicos de éste tipo,
abocados a la memoria oral, pretenden recuperar y reconocer la existencia de
una diversidad de narrativas históricas vigentes y actuales, que son muestra de
Cultura Viva contemporánea de Bolivia.
Desde el punto de vista del patrimonio cultural
inmaterial, es necesario -por una parte- que las manifestaciones y expresiones
culturales de nuestras colectividades sean abordadas, estudiadas, registradas, investigadas,
etc., lo que por contraparte exige también aplicar estudios y realizar
investigaciones centradas en los detentores de ese patrimonio cultural
inmaterial, pues son los actores que lo hacen posible, lo imaginan, producen y
reproducen, lo transmiten y renuevan, en el transcurso del tiempo, por
generaciones y generaciones que mantienen viva una tradición.
El patrimonio cultural, de acuerdo a la UNESCO “no
se limita a monumentos o colecciones de objetos, si no que comprende también
tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y
transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del
espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas
relativos a la naturaleza y el universo, saberes y técnicas vinculados a la
artesanía tradicional”.
Asimismo, muchos estudios concuerdan en que la
comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades
contribuye al dialogo intercultural, el respecto hacia otros modos de vida y la
integración intercultural.
La Asociación Comité de Festejos y Conjuntos
Folclóricos Virgen de Guadalupe se constituye en una comunidad de personas de
religión católica, que practican y profesan el culto a la Virgen de Guadalupe,
son depositarios de conocimientos, prácticas, saberes y tradiciones de este
patrimonio cultural inmaterial tanto en el nivel local como en el nacional; por
lo tanto, este estudio se constituye en un aporte a la sistematización y
documentación de su trayectoria histórica, sus contribuciones a la salvaguardia
de la Festividad de la Virgen de Guadalupe y el registro de sus testimonios
orales de vida que darán cuenta de las formas de transmisión de la tradición a
nuevas generaciones.
Finalmente, señalar que las manifestaciones y
expresiones de las festividades religiosas gozan de una cualidad cohesionadora,
que se hace evidente en las celebraciones de ritos, ceremonias y actos masivos,
que aglutinan y articulan al pueblo en torno a sus expresiones populares de fe.
La rápida diseminación del Covid-19, la declaración de pandemia global y el
impacto que las medidas de distanciamiento físico-social han afectado
negativamente al ámbito cultural en general y a nivel global, disminuyendo
considerablemente las actividades culturales con un impacto negativo altísimo:
“Sitios UNESCO de Patrimonio Mundial vacíos, eventos culturales
cancelados, instituciones culturales cerradas, prácticas culturales
comunitarias suspendidas, aumento del riesgo de saqueo de sitios culturales y
de caza furtiva en sitios naturales, artistas en situación de precariedad
económica y el sector del turismo cultural gravemente afectado. . . El impacto
del COVID-19 en el sector cultural se siente en todo el mundo. Dicho impacto es
social, económico y político: afecta al derecho fundamental de acceso a la
cultura, a los derechos sociales de los artistas y profesionales culturales y a
la protección de la diversidad de las expresiones culturales. La amplitud de la
crisis amenaza con profundizar las desigualdades y de volver más vulnerables a
las comunidades” (UNESCO, Boletín Cultura & Covid-19, Abril, 2020)
Según la antropóloga Cristina Amescua, al respecto del
impacto del Covid-19 en la cultura y el patrimonio cultural inmaterial, en una
conferencia virtual organizada por el Instituto Nacional de Antropología e
Historia de México (INAH): “El Patrimonio Cultural Inmaterial es un elemento
importante para la resiliencia, el poder del patrimonio vivo es muy poderoso.
Muestra de ello es la organización de formas solidarias de apoyo, ya sea para
comercializar artesanías en línea o en la difusión ciertas manifestaciones culturales;
se van tejiendo redes de ayuda comunitaria”[1]
Por lo tanto,
es mas que necesario, si no urgente contar con registros adecuados de todos los
elementos y actores que hacen del patrimonio cultural inmaterial, pues corre un
alto riesgo de vulnerabilidad para su salvaguardia y transmisión en el tiempo
si se pierde la tradición, si se pierde su memoria oral e histórica, si no se
aplican estos estudios e investigaciones a la formulación de estrategias
innovadoras para su transmisión y gestión, para su aprovechamiento positivo sin
alterar sus valores originales y excepcionales, para generar resiliencia,
cohesión e integración social en un contexto donde el futuro panorama mundial
avizora crisis, ya no solo sanitaria, si no económica y social por una
anunciada recesión global y una profundización en las desigualdades sociales.
¿Por qué es importante recontruir la memoria histórica de una organización religiosa local? Para preservar la memoria histórica y oral de las organizaciones que componen esta importante festividad y que se han dedicado a su valoración religiosa, historica, cultural y folclórica, como es el caso de la Asociación-Comité de Festejos y Conjuntos Folclóricos Virgen de Guadalupe (ACFCF-VG) y otras organizaciones existentes, a partir del registro de testimonios de sus miembros.
Es importante identificar y poner en valor las propias formas o sistemas de organización, transmisión de conocimientos, saberes y prácticas religiosas tradicionales relativas a la Festividad de la Virgen de Guadalupe existentes entre los miembros y la colectividad sucrense, de la Asociación-Comité de Festejos y Conjuntos Folclóricos Virgen de Guadalupe (ACFCF-VG) y de sus instituciones locales, como el municipio y la iglesia católica.
Este análisis se plantea a partir de la antropología histórica, que se define comúnmente como el estudio científico del pasado histórico de las poblaciones o comunidades humanas, que a su vez puede ser investigada bajo distintos enfoques. Así la antropología histórica comprende no sólo el pasado sino la historia inmediata, los procesos de comunicación y cultura contemporáneos y las formas de su reproducción y transmisión, entre otros aspectos.
Para ello es importante
definir que se pretende registrar, ordenar, sistematizar y analizar tanto los
saberes y conocimientos populares tradicionales religiosos a partir del
registro de los testimonios orales de fuentes primarias y la revisión de
fuentes secundarias.
En las últimas décadas, el fortalecimiento de la historia oral no ha hecho más que tender puentes hacia un proceso convergente entre las diferentes disciplinas de las ciencias sociales, como la antropología, la sociología, la psicología social, la lingüística y otros, donde se valoriza al ser humano como sujeto en contraste a la deshumanización del “cientificismo positivista” (Ticona, 2005)
La festividad de la Virgen de Guadalupe es Patrimonio Cultural Inmaterial de los sucrenses, chuquisaqueños y bolivianos
¿Qué entendemos por Patrimonio Cultural? El patrimonio
cultural en su más amplio sentido es a la vez un producto y un proceso que
suministra a las sociedades -un caudal de recursos que se heredan del pasado,
se crean en el presente y se transmiten a las generaciones futuras para su
beneficio. Es importante reconocer que abarca no sólo el patrimonio material,
sino también el patrimonio natural e inmaterial. Esos recursos son una “riqueza
frágil”, y como tal requieren políticas y modelos de desarrollo que preserven y
respeten su diversidad y su singularidad, ya que una vez perdidos no son
recuperables.
Hoy en día el patrimonio cultural está intrínsecamente
ligado a los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta toda la humanidad,
que van desde el cambio climático y los desastres naturales (tales como la
pérdida de biodiversidad, el acceso a agua y alimentos seguros, la emergencia
sanitaria por Pandemia), a los conflictos entre comunidades, la educación, la
salud, la emigración, la urbanización, la marginación o las desigualdades
económicas. Por ello se considera que el patrimonio cultural es “esencial
para promover la paz y el desarrollo social, ambiental y económico sostenible”.
La noción de patrimonio es importante para la cultura y
el desarrollo en cuanto constituye el “capital cultural” de las sociedades
contemporáneas. Contribuyen a la revalorización continua de las culturas y de
las identidades, y es un vehículo importante para la transmisión de
experiencias, aptitudes y conocimientos entre las generaciones. Además, es
fuente de inspiración para la creatividad y la innovación, que generan los
productos culturales contemporáneos y futuros. El patrimonio cultural encierra
el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute. Puede
también enriquecer el capital social conformando un sentido de pertenencia,
individual y colectivo, que ayuda a mantener la cohesión social y territorial.
Por otra parte, el patrimonio cultural ha adquirido una
gran importancia económica para el sector del turismo en muchos países, al
mismo tiempo que se generaban nuevos retos para su
conservación. Una gestión correcta del potencial de
desarrollo del patrimonio cultural exige un enfoque que haga hincapié en la sostenibilidad.
A su vez, la sostenibilidad requiere encontrar el justo equilibrio entre sacar
provecho del patrimonio cultural hoy y preservar su “riqueza frágil” para las
generaciones futuras.
La “combinación acertada” de patrimonio cultural y
desarrollo sostenible requiere no sólo protección frente a las condiciones
ambientales adversas y el daño intencionado, sino también cuidados constantes y
renovación permanente. Todo enfoque que mire sólo al pasado correrá el riesgo
de convertir el patrimonio en una entidad rígida y congelada, que perderá su
pertinencia para el presente y para el futuro.
En realidad, se ha de entender el patrimonio de tal manera
que las memorias colectivas del pasado y las prácticas tradicionales, con sus
funciones sociales y culturales, sean continuamente revisadas y actualizadas en
el presente, para que cada sociedad pueda relacionarlos con los problemas actuales
y mantener su sentido, su significado y su funcionamiento en el futuro. por tanto, hay que rastrear esta concepción patrimonial
desde muchas condiciones, donde los actores sociales resultan fundamentales
pues construyen y sustentan toda la cultura; las instancias del Estado, por las
políticas que influyen directamente en la mirada, el enfoque y la preservación
del patrimonio; a la academia que pretende debatir las bases teóricas y
metodológicas.
Lo que los actores definen como patrimonio, se construye
esencialmente de aquello que para ellos representa un pasado percibido como
mejor. Mientras para los actores sociales de determinado grupo o comunidad, no
le interese la riqueza cultural de la comunidad, sino en una forma de vida, el
patrimonio seguirá siendo motivo de desacuerdo, todo discurso será infructuoso.
Los distintos grupos sociales, clases, no tienen la misma mirada sobre lo que
es y debe ser valorado como patrimonio, he aquí la disputa.
Sin los actores sociales el patrimonio no tiene valor
alguno y sin los objetos se pierde parte de la identidad de los grupos
sociales, esta ligazón entre objetos y actores sociales, tiene gran importancia
para la salvaguardia del Patrimonio Cultural.
Como patrimonio cultural inmaterial se entienden aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas – junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes – que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Se manifiestan en los siguientes ámbitos:
a. tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma
como vehículo del patrimonio cultural inmaterial;
b. artes del espectáculo;
c. usos sociales, rituales y actos festivos;
d. conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y
el universo;
e. técnicas artesanales tradicionales.
A los efectos de construir indicadores culturales de desarrollo, los
elementos del patrimonio cultural considerados, deberán ser inscritos en
inventarios del patrimonio inmaterial a nivel local, nacional o internacional, para cualquier iniciativa legislativa de declaratoria y su adecuada gestión participativa.
Los marcos de la gestión cultural de la festividad de la Virgen de Guasalupe
Existen varias definiciones al respecto; una de ellas define a la gestión cultural como la “potenciación del bien cultural”. Otra como la capacidad de vincular la “producción cultural” con el “consumo cultural”. Otra como la relación entre los bienes y los servicios culturales con el territorio, el Estado en todos sus niveles, la empresa privada, la sociedad civil y los medios de comunicación. En todo caso, la definición que más nos sirve para ordenarnos didácticamente es la del gestor colombiano Victor Guédez: la gestión cultural es la conjunción del “quehacer cultural” y la “administración cultural”. El quehacer cultural a su vez tiene dos partes: la producción del bien (creación, recreación e interpretación) y la potenciación del bien (la producción materializadora, y las medidas de salvaguardia y promoción). Para ambas es necesaria la “formación” y los procesos permanentes de investigación, divulgación y transmisión de los conocimientos.
Historia de la Asociación-Comité de Festejos de la Festividad de la
Virgen de Guadalupe
“Los años ochenta fueron especialmente dramáticos para Bolivia, con un primer quinquenio marcado por la desintegración financiera y un segundo un programa de estabilización ortodoxo. A la desintegración financiera concurrieron tanto factores exógenos, como la crisis internacional de deuda externa, como factores internos tales como errores de diagnóstico, medidas técnicas incorrectas y la dinámica política propia de una coyuntura de recuperación de la democracia después de muchos años de gobiernos militares” (Morales, J.A. en Revista Latinoamericana de Desarrollo Económico: 2009)
Durante los años ochenta la ciudad de Sucre se
encontraba atravesando por un impulso demográfico en su crecimiento, una típica
ciudad histórica colonial en el corazón de Sudamérica que se encontraba en el
curso hacia el reconocimiento de su propio patrimonio cultural. Uno de los
rasgos más sobresalientes del comportamiento de la economía boliviana en el
período 1980-1985, es la persistente caída del nivel de producción. Las
tendencias que se observan en la década de los 60' y en gran parte de los 70',
se modificaron sustancialmente en estos últimos cinco años, resultado de los
consecutivos desajustes y problemas por los que atraviesa la sociedad boliviana
y que obstaculizan el crecimiento económico y las futuras posibilidades de recuperación.
En efecto, durante el quinquenio mencionado se observa un notable deterioro de
la producción: la tasa anual de crecimiento del producto interno bruto (PIB)
desciende de 0.6 por ciento en 1980 a -1.7 por ciento durante 1985. En 1983, el
producto de la economía sufre el mayor descenso, con una tasa de crecimiento
negativa del orden del 6.6 por ciento (una de las mayores en la historia
nacional). Esta cifra refleja la agudización del estado de crisis y su acentuación
progresiva (Pinto y Candia: 2008[2]).
En esa década en nuestro país se atravesaba por una
crisis económica sin precedentes, la hiperinflación y las políticas
neoliberales posteriores transformaron profundamente a la sociedad boliviana,
dejando profundas secuelas que tendrían consecuencias visibles incluso décadas
después.
Es en este marco que en el ámbito cultural nace un
movimiento folclorista a nivel nacional, que se encarga de manera casi
intuitiva de resaltar los valores y riqueza de las tradiciones culturales
bolivianas, el impulso demográfico hacia los centros urbanos y las grandes
migraciones del occidente hacia el
oriente, y viceversa, aceleraron los procesos migratorios, inmigratorios y la
masificación de las devociones católicas, siendo expresadas y manifestadas en
cada vez más populares, suntuosas y festivas entradas folclóricas.
Las danzas bolivianas son resultado del sincretismo
cultural de las tradiciones, costumbres y creencias prehispánicas, indígenas,
europeas y africanas que se dieron en el territorio boliviano. En el ámbito de
la danza, Bolivia es el país con mayor número de danzas reconocidas y
protegidas por la UNESCO de Sudamérica, con 15 danzas registradas oficialmente.
Existen distintas formas de clasificar las danzas bolivianas dependiendo la
región climática, la complejidad o las que cuentan con mayor difusión, como las
denominadas danzas folclóricas, danzas autóctonas, entre otras. Ya en los años
setenta cobra gran importancia la entrada folclórica del Señor del Gran Poder
en la ciudad andina de La Paz, como diásporas se propagaron las tradiciones
populares folclóricas por el territorio boliviano, instituyendo diversas
entradas folclóricas en devoción a a variedad de santos que hay en Bolivia.
La ciudad de Sucre, tradicionalmente católica con
costumbres y tradiciones religiosas arraigadas que se remiten a la época
colonial, no se quedó exenta de este movimiento cultural y es en el año 1982
que a iniciativa de un grupo de devotas a la Virgen de Guadalupe surge la idea
de realizar un “desfile folclórico” dedicado a la mamita. En ese año, la Señora
Aida Peredo de Acosta, dama sucrense devota a la Virgen de Guadalupe, inspirada
por la demostración de fe y devoción que había presenciado durante la
celebración a la Virgen de Urkupiña en la ciudad de Cochabamba, anhela
organizar una demostración de fe para la patrona de Sucre que reúna las mas
bellas expresiones de nuestro folclore local, regional y nacional, para darle
el realce y el valor que se merece. Este deseo se materializa por fin el 26 de
agosto del año 1987, día en que reunió a varios fieles y devotos de la Virgen
de Guadalupe con el propósito de organizar los festejos dedicados a la fe y
devoción de la patrona de Sucre.
El día 09 de septiembre de 1987, a las 19:30 Hrs.,
como reza su Acta, se constituyó el “COMITÉ DE FESTEJOS DE LA VIRGEN DE
GUADALUPE”, cuyo propósito primordial hasta el día de hoy ha sido y es llevar
adelante las celebraciones religiosas y folclóricas dedicadas a la advocación
de la Virgen de Guadalupe.
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(Fuente imagen:USFX, 2012) |
“ACTA DE FUNDACION DEL COMITÉ PRO FESTEJOS DE LA
VIRGEN DE GUADALUPE
En Sucre, Capital de la República de Bolivia, a Hrs.
19:30 del día nueve de septiembre de mil novecientos ochenta y siete años, se
instaló la primera reunión, a objeto de elegir la mesa directiva del “Comité de
Festejos d ela Virgen de Guadalupe”. Habiendo sido conformado de la siguiente
manera:
1. Presidente Aida
Peredo de Acosta
2. Vice – Presidente Ma.
Elena Daza
3. Tesorera Aniceta
Rodriguez
4. Actas Ma.
Antonieta B. de Humérez
5. Cultura Roxana
Durán
6. Vinculación social Oscar
Balderrama
7. Prensa y Propaganda Willy
Martínez
Vocales:
8. Encarnación de Rengel
9. Miriam Montaño
10. Mario Peredo
11. Rosemary de Flores
12. José Antonio Tango
13. Alberto Iporre
Una vez elegida la directiva, la reunión fue
suspendida a Hrs. 20:45.
(Los presentes firman al pie del acta)
Al año siguiente el recién creado “Comité de Festejos
de la Virgen de Guadalupe” organizó el primer desfile folclórico en honor a la
Patrona de Sucre, que se llevó a cabo en los primeros días del mes de
septiembre como es la costumbre. El diario local Correo del Sur, documenta este
hecho de la siguiente manera en una de sus publicaciones matutinas:
“Sucre, Viernes 9 de septiembre de 1988
EN JORNADA INOLVIDABLE: Festividad de la Virgen de
Guadalupe fue conmemorada con toda solemnidad
***Más de 30.000 personas participaron de la
tradicional procesión
***Por primera vez se realizó una entrada de conjuntos
folklóricos
La Festividad de la Virgen de Guadalupe, ayer fue
ampliamente conmemorada en una jornada inolvidable por la devoción de los feligreses
a la mencionada imagen.
Desde las primeras horas de la madrugada se verificaron diversos actos religiosos y a 10 horas, se inició la Santa Misa Concelebrada, presidida por Monseñor Jesús Pérez que durante este oficio religioso pronunció una Homilía en ocasión de la celebración de la fiesta de Guadalupe y la Clausura del Año Mariano…”
Es de esta manera que queda registrado en los
documentos hemerográficos, la primera entrada folclórica en devoción a la
Virgen de Guadalupe patrona de la ciudad de Sucre, que hasta entonces había
permanecido dentro de las tradiciones católicas más conservadoras, pues hasta
la década de los ochenta la celebración fue eminentemente religiosa compuesta
por las tradicionales novenas, misas y procesiones a las que asistía la
población con toda fé y devoción.
“En fecha 08/09/1988 se lleva a cabo la primera
demostración de fe y devoción de naturaleza folklórica, como expresión innata
de nuestros valores culturales, alcanzando el brillo esperado. A dicho objeto
se contó con la participación de todos los establecimientos escolares, a
quienes se proporcionó las bandas de músico, indumentaria, disfraces, etc.” (Asociación
Comité de Festejos y Fraternidades Folclóricas – Virgen de Guadalupe, 2006)
El Comité de Festejos recientemente conformado buscaba renovar la fe y tradición de la festividad, como dan cuenta los documentos revisados para el presente estudio, se inició: “programando algunas actividades litúrgicas y folclóricas rescatando también las tradiciones y costumbre de antaño…En lo religioso, se inició con la misa por ´primera vez se celebró en la Plaza 25 de Mayo ante la presencia de la imagen original, las coplas, con más recorrido y con mucha más convocatoria, acompañando de cargamentos de plata y arcos de flores.
En lo folclórico, se tenía una visión de manifestación
y veneración mediante la participación de los establecimientos educativos y
algunos grupos locales a quienes se les otorgaba banda de música y
caracterizaciones en algunos casos, en esta primera manifestación folclórica se
contó con la participación de 32 grupos siento su punto de partida la Plaza de
San Francisco, dando un recorrido por la Plaza 25 de Mayo y concluyendo la
desconcentración en la calle España.
Ante la respuesta de la población, el Comité de
Festejos de la Virgen de Guadalupe, en una evaluación, se comprometió a
trabajar con mucha más anticipación para la próxima gestión y en especial
reunir fondos, con la intencionalidad de lograr la participación de más agrupaciones.
De esta manera se contó con más agrupaciones de
provincia, delegaciones del interior del país, logrando en algunos años la
participación de más de un centenar de grupos que venían a Sucre a rendir
homenaje u veneración a nuestra Patrona la Virgen de Guadalupe”
(Breve Reseña de la Festividad, en el documento Personería
Jurídica Asociación Comité de Festejos y Fraternidades Folclóricas “Virgen de
Guadalupe”, 1992)
Posteriormente, hacia finales de los años ochenta e inicios de los noventa, con la reinstauración democrática del país, devienen una serie de escenarios mas o menos favorables para el florecimiento y fortalecimiento de las manifestaciones y expresiones culturales existentes en el país. Es de esta manera que en la década de los noventa se desarrolla un movimiento de reivindicación de los derechos culturales desde las organizaciones tradicionales de los pueblos indígenas, paralelamente se desata un desarrollo explosivo del sector turístico que empieza a llamar la atención del turismo internacional y a situar los atractivos culturales, naturales y gastronómicos bolivianos en la brújula del mundo.
Paralelamente, los años noventa también fueron el
escenario del desarrollo autonómico y casi intuitivo de la gestión cultural, la
gestión del patrimonio y de crecimiento exponencial del movimiento folclorista
en Bolivia. En muchos casos, la promoción del folclore boliviano (vestimentas,
danzas y músicas tradicionales como la morenada, la diablada, etc.) se ha
debido más a los procesos migratorios masivos que han expulsado a millones de
bolivianos por décadas hacia Europa, Asia y todo el continente americano. Esto
ha posibilitado allanar el camino a los folcloristas que han llevado muestras y
manifestaciones de nuestras tradiciones hacia otros países, atrayendo al
turismo que se ha desarrollado en las ultimas tres décadas, explotando los
recursos culturales existentes para el desarrollo de servicios, productos,
infraestructura y el crecimiento del turismo a nivel nacional, departamental y
local.
A medida que la festividad crecía año tras año,
también crecieron las necesidades del comité en materia de recursos humanos y
materiales, pues la participación en éste desde un inicio fue de tipo
VOLUNTARIO y autogestionado ya que se constituye fundamentalmente como una
organización de carácter religioso festivo desprendida de la organización
civil.
Por lo tanto, en años posteriores el comité asumió
gastos de hospedaje, alimentación, transporte, la dotación de bandas musicales
para acompañar a los danzarines, insumos de seguridad y primeros auxilios,
entre otros detalles que hacían parte de la logística que representa la
festividad meses antes de su celebración.
En ese sentido, para recaudar recursos económicos, las
señoras del Comité de Festejos se organizaron para llevar a cabo Kermesses,
fiestas populares, rifas, recaudar aportes y donaciones particulares, todas
estas recaudaciones se destinaron a cubrir los gastos que representaba la
organización y puesta en marcha del desfile folclórico, entre otras cosas.
Es evidente que el Comité de Festejos de la Virgen de
Guadalupe realiza sus actividades motivado por el cariño, fé y devoción hacia
la Patrona de Sucre, como de su propio testimonio recogemos:
“…en esta orientación, iniciamos una tarea denodada y bastante
sacrificada para poner en relevancia en el contexto local y nacional, la figura
y la imagen de la milagrosa Virgen de Guadalupe, generando un movimiento de
profundas convicciones de amor y fé en la sociedad chuquisaqueña, rescatando
los valores morales y religiosos de nuestro pueblo creyente en la fe mariana,
accionado con toda la motivación primigenia que nos animaba, para conservar lo
que nos legaron nuestros mayores, la Fé en Dios y en la Madre Virgen, así como
la preservación de las dignas tradiciones y valores culturales, que en aquel
entonces se fueron perdiendo casi en nada” (extraído
del Documento Propuesta de Proyecto de Ley de Promoción y Preservación de la
Festividad Religiosa y Folclórica de la Virgen de Guadalupe en la ciudad de Sucre, Octubre de 2006)
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(Fuente imagen:USFX, 2012) |
Es el año 1992 que el Comité tramita su Personería
Jurídica ante instancias correspondientes a nivel local, departamental y
nacional, sentando un precedente para la conformación y constitución de
organizaciones gestoras de las tradiciones populares, religiosas y culturales
de la ciudad de Sucre y del departamento de Chuquisaca, constituyéndose en un
referente a nivel local y regional en materia de gestión de festividades
religiosas y folclóricas. Desde entonces adopta como denominación oficial ante
el Estado boliviano “ASOCIACIÓN Y COMITÉ DE FESTEJOS Y FRATERNIDADES
FOLCLÓRICAS – VIRGEN DE GUADALUPE”, sin embargo, en la jerga de la cultura
popular son reconocidas aún con cariño como el Comité de Festejos de la
Festividad de la Virgen de Guadalupe, reconocidas como un movimiento social,
cultural y religioso sin precedentes en la capital.
Siempre ha destacado el compromiso de fé y devoción a
Dios y la Santa Virgen María por parte de los fieles que forman parte del
Comité, siendo su trabajo voluntario y particular el principal pilar sobre el
que se ha cimentado la celebración y manifestación más contemporánea de la
festividad de la Virgen de Guadalupe. Orientados por premisas católicas, el
trabajo que desempeñó y desempeña esta organización hasta la actualidad es
dedicado, desinteresado, motivado por la devoción, que consiguió generar un
impacto enorme y aportar al desarrollo sociocultural y económico de nuestra
ciudad.
El rol de las mujeres en la transmisión del Patrimonio Cultural Inmaterial:
La
Asociación-Comité de Festejos de la Festividad de la Virgen de Guadalupe y su
trayectoria en la gestión del patrimonio desde un enfoque de
género-generacional
Para la implementación de las políticas culturales es
importante complementar las tareas del quehacer cultural con una buena
administración cultural, que comprende un conjunto de procesos relacionados con
la organización, la planificación, la coordinación, el seguimiento y la
dirección de los hechos culturales. Están estrechamente relacionados con la
administración cultural la definición del modelo de gestión, los factores
jurídicos, económicos y la gestión de imagen y de relaciones públicas, así como
la evaluación.
El modelo de gestión está directamente relacionado con
la o las instituciones encargadas de la administración y del quehacer cultural.
Una tarea fundamental relacionada con las políticas culturales es la de definir
el modelo de gestión y la participación, con funciones bien definidas por cada
una de las partes. En Bolivia existen diferentes modelos institucionales para
la gestión cultural y para la protección del patrimonio: instituciones
públicas, privadas y de la sociedad civil. Esto ha permitido un importante
desarrollo cultural en los últimos cincuenta años. Desde hace varias décadas,
se ha planteado en el mundo y también en nuestro país, ante los vacíos que
dejan el Estado y la empresa privada, así como por la magnitud de los desafíos
en todos los campos, la necesidad de incorporar a la sociedad civil en tareas
que antes solo eran llevadas a cabo por el Estado o por la iniciativa privada,
por ejemplo: en salud, educación y medio ambiente. Así han surgido entidades
que pueden ser clasificadas como instituciones del tercer sector, es decir, emprendimientos
individuales y familiares; así como organizaciones sectoriales, sociales y
religiosas. Un buen número de ellas se dedican a la cultura (Cajías, 2016).
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(Fuente imagen: Gobierno Municipal de Sucre, 2020) |
En este sentido, la organización de las Gualalas es
eminentemente compuesta por mujeres que durante tres décadas se han dedicado
demanera ferviente a difundir su devoción por la Virgen de Guadalupe, en primer
lugar dentro del seno familiar y en segunda instancia en la comunidad,
derribando incluso fronteras y promoviendo la advocación mariana guadalupana
fuera de las fronteras del municipio y el departamento. Las máximas
representantes han sido invitadas y reconocidas en varias oportunidades por
otros organismos nacionales de folcloristas e instituciones dedicadas a la
gestión del patrimonio cultural boliviano, como Viceministerios e instituciones
privadas, que han sabido reconocer la importancia de la entrega, dedicación,
labor y resultados logrados por la ACFCF-VH.
Es muy importante resaltar que la labor de salvaguardia de la festividad
de la Virgen de Guadalupe durante los últimos treinta años ha sido liderada por
mujeres determinadas.
“La búsqueda de la igualdad de género es un elemento
central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la
sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su
potencial al máximo. La amplia meta de la igualdad de género es una meta social
a la que la educación y las demás instituciones sociales deben contribuir. La
discriminación de género está imbricada en el tejido de las sociedades. En
muchas sociedades, las mujeres llevan la carga principal de la producción de
alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas
de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar”
( UNESCO, Educación para el Desarrollo
Sostenible, Igualdad de género)
El rol de la mujer en la transmisión cultural a través de los medios de comunicación, es fundamental, en particular a través de la lengua. Tanto desde el hogar como desde la escuela, la mujer promueve nuestra diversidad lingüística y nuestra diversidad cultural. La socialización más temprana, las competencias practicas más iniciales se producen en espacios previos al espacio público.
“El diálogo verdadero pasa por el respeto de las
lenguas, y por este motivo la UNESCO trabaja para promover la utilización de
las lenguas como motor del entendimiento mutuo. Alentamos la enseñanza en la
lengua materna, que permite luchar mejor contra el analfabetismo y contribuye a
una educación de calidad. La protección de las lenguas garantiza también la
salvaguardia y la transmisión de los saberes singulares o autóctonos. Puede ser
la vía para dotar a todas las personas de los medios para hacerse oír y para
hacerse respetar, y es una fuerza de Inclusión social” (Mensaje
de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, con motivo del Día
Internacional de la Lengua Materna)
En este sentido, las damas de la ACFCF-VG han
construido un lenguaje y discurso positivos de difusión de los valores excepcionales
que hacen única a la Virgen de Guadalupe, sensibilizando a las generaciones de
niños, adolescentes y jóvenes que han mantenido viva la tradición por
generaciones. Asimismo, también han jugado un rol importante en el rescate y
revaloración de las tradiciones antiguas y ritualidades litúrgicas populares
dedicadas a la mamita Gualala, tal es el caso de las Coplas en Quechua que se
entonaban a finales del S XIX durante la Roma Chica. Muchas de estas coplas han
sido recuperadas e interpretadas nuevamente como expresión de fe, devoción e
identidad de los fieles sucrenses para la mamita Gualala.
El rol de la mujer en los procesos de “patrimonialización”
A menudo se invisibiliza la participación de la mujer
en los procesos de patrimonialización de una expresión cultural. Si bien el rol
de las mujeres en los espacios privados es ampliamente reconocido (en el hogar,
en la comida, en la crianza de los hijos), la importancia de su papel en los
espacios públicos es muchas veces minimizado, observándose un predominio
masculino en las autoridades locales y en los puestos políticos. Por otro lado,
es importante destacar, una “mirada masculina” dominante, tanto en los procesos
de patrimonialización de las expresiones culturales, como en las mediaciones
políticas de las Comunidades con el Estado.
A pesar de ello, las “Gualalas”, han sabido salir
adelante y exigir el reconocimiento merecido por parte del Estado y sus
instituciones, así como de las autoridades de turno, a pesar de incluso haber
vivido situaciones de violencia o difamación que han mellado su dignidad en
reiteradas oportunidades.
Es necesario impulsar una mayor reflexividad e
investigación sobre las relaciones de género en la gestión del Patrimonio
Cultural Inmaterial, las relaciones de poder entre géneros, las
transformaciones del rol femenino tanto en los espacios rurales como urbanos,
son algunos de los temas a incluir en agenda futura de investigaciones a
encarar como municipio y como Secretaría de Turismo y Cultura. Por otro lado,
es importante destacar como las nuevas tecnologías han abierto oportunidades a
las nuevas generaciones, para la transmisión de conocimientos y saberes,
constituyendo una herramienta que facilita la difusión de las expresiones
culturales y que promueve el intercambio de experiencias de salvaguardia, tal
el caso de las redes sociales, los contenidos transmedia y las aplicaciones
especialmente diseñadas para la geolocalización, visita y descubrimiento
virtual del Patrimonio Cultural. Estas se han visto fortalecidas y exploradas
más aún durante la pandemia por Covid-19, que es en la actualidad una amenaza
que pone en riesgo la continuidad de las manifestaciones culturales de carácter
masivo que se desarrollan en los espacios públicos y que ahora nos presenta
nuevos retos para su salvaguardia y continuidad.
En este caso, durante la gestión 2020, por las
recomendaciones de la OMS y las autoridades de Salud nacionales, no se ha
llevado a cabo el desfile folclórico pero si se ha mantenido la tradición de la
procesión de la Imagen de la Virgen, con un nuevo itinerario para su recorrido
y un nuevo programa respetuoso de la distancia física para mantener la salud
pública a buen resguardo. Durante la pandemia las homilías se han mantenido de
carácter reservado, pero se las han transmitido en medios de comunicación y
redes sociales, la imagen ha recorrido los barrios y distritos d ela ciudad en
una procesión simbólica sin presencia de caravanas de feligreses, pero enviando
un mensaje de paz, esperanza y fe a la ciudadanía acongojada por los efectos de
la pandemia, la zozobra de la incertidumbre del mañana, el encierro. Ha sido un
acto por demás renovador de la fe y la esperanza en un mañana mejor. Por todo
ello, es importante incluir un enfoque de género en la construcción de planes y
políticas de salvaguardia del PCI, es fundamental para impulsar una ciudadanía
cultural, que permita tanto a hombres como mujeres, ser actores políticos en
sus propias comunidades, construyendo de manera participativa sus relaciones
con las expresiones culturales de sus mismas localidades.
Aportes de la organización al rescate, valoración y preservación de la festividad de la Virgen de Guadalupe
La Asociación Comité de Festejos y Fraternidades
Folclóricas “Virgen de Guadalupe” viene desarrollando su actividad de
voluntariado por más de tres décadas, promocionando y gestionando las
celebraciones tanto litúrgicas como las manifestaciones artísticas y
folclóricas dedicadas a la devoción de la Virgen de Guadalupe, Patrona de la
Ciudad de Sucre.
Una de sus mas importantes labores se ha enfocado en
la restauración y conservación arquitectónica de la Capilla de la Virgen de
Guadalupe ubicada en la Catedral Metropolitana, que desde el Siglo XVIII
necesitaba de intervenciones de refaccion y restauración que aseguren sus
sostenibilidad y permanencia en el tiempo, en este trayecto también han
realizado las gestiones junto a la Iglesia Católica y ante las autoridades
políticas de turno, en diversos momentos históricos y gestiones, solicitando se
realicen estas intervenciones, apoyando al desarrollo de las mismas y
promoviendo la conservación del patrimonio cultural material vinculado a la
Virgen de Guadalupe, como su imagen, urna, alajas, su seguridad, mantenimiento,
exhibición. Han logrado gestionar dos declaratorias de patrimonio cultural a
nivel nacional, reconociendo la cualidad de patrimonio religioso e histórico de
la nación para la Imagen y la Festividad de la Virgen de Guadalupe.
Otra labor de relevancia que cabe señalar es el arduo
trabajo realizado en colaboración con la Unidades Educativas, colegios e
instituciones educativas que año tras año se han ido sumando a la celebración
de fé y devoción dedicada a la Virgen de Guadalupe:
“Las actividades que actualmente se realizan, son
coordinadas desde inicios de años, con la Iglesia pues a ejemplo de la Virgen
María como Primera Evangelizadora y mensajera del Señor, se ha logrado
instituir la peregrinación de la Imagen de nuestra Señora a establecimientos
educativos, Instituciones Públicas y Privadas, el solo hecho de recibir la
imagen de la Virgen resulta ser una evangelización, un cambio de vida, un
momento de encuentro con el Señor, la población ha recibido con mucho agrado
éstas visitas que posteriormente durante el Novenario, serán las encargadas de
devolverle la visita…Seguras estamos que Dios nos dará la fortaleza para seguir
adelante, y la Madre Virgen de Guadalupe, nos protegerá con su Manto Sagrado
para asumir los retos y muchas veces sinsabores, solo por amor y veneración ala
Gualala, nuestra Patrona” (Asociación Comité de
Festejos y Fraternidades Folclóricas “Virgen de Guadalupe” )
Cabe señalar también que a raíz de las labores de
promoción, difusión y sensibilización que ha venido desarrollando el Comité de
Festejos durante estas tres décadas, resalta el hecho de que han resurgido las
tradiciones antiguas de la celebración a la Virgen de Guadalupe que casi quedan
en el olvido, como la Roma Chica o el desfile de Cargamentos, tradiciones que
han sido desempolvadas de los anales de la historia y se han revitalizado,
siendo conferidas nuevas significaciones y revalorando las tradiciones
religiosas pasadas como los Sirios decorados con flores, los cantos de coplas
en lengua quechua dedicados a la mamita Gualala, los altares y la procesión.
Ésta última actividad destaca por el hecho de que se ha tenido que enviar a
hacer una réplica en tamaño real de la Imagen original de la Virgen de
Guadalupe ubicada en la Capilla de la Catedral Metropolitana de la ciudad. Esto
ha posibilitado que la imagen pueda ser trasladada y visitada tanto por
instituciones educativas como por instituciones públicas y privadas de la
ciudad, otorgándole además una territorialidad y espacialidad sagrada durante
todo el año, iniciando en el mes de marzo con un programa de visitas e
itinerancia, en el que la imagen recorre diversos establecimientos de la ciudad
donde su Santa Imagen es llevada y honrada con misa, en muchos casos es
engalanada con ramos de flores y música de banda, los fieles y creyentes se
congregan alrededor para agradecer por las dádivas y milagros concedidos, en
primer lugar por la salud.
Otro impacto que ha tenido esta organización, tal vez
poco consciente del hecho, ha sido que ha raíz de la réplica de la imagen que
recorre entre marzo a septiembre toda la ciudad, ha surgido una necesidad entre
los creyentes de contar con réplicas a escala o miniatura de la imagen de la
Virgen de Guadalupe Patrona de Sucre para poder venerarla en sus hogares,
contar son su presencia y protección para la familia. Es de esta manera que también se han
desarrollado especialistas artesanos entre los mismos miembros del Comité, que
realizan imágenes de la virgencita a pedido y con las dimensiones requeridas
por el encargo, manteniendo las características iconográficas y estilísticas de
la original, reproduciendo con esmero y detalle los elementos decorativos y
ornamentales que engalanan a la imagen original, que es mundialmente conocida
por sus riquezas y prendas únicas adosadas a la plancha de metal que hace su
lienzo y vestidura.
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(Fuente imagen:USFX, 2012) |
Apuntes finales
¿Por qué son los Conocimientos Tradicionales importantes para el desarrollo humano, social y económico local?
Los conocimientos tradicionales tienen un gran potencial para el desarrollo económico y social de América Latina, pueden contribuir al desarrollo social de muchas maneras no comerciales, se pueden entender como aquellos conocimientos que han sido generados, preservados, aplicados y utilizados por comunidades y pueblos, tienen un enorme potencial para la comprensión y resolución de diferentes problemas sociales y ambientales. Su procedencia aparentemente “no-científica”, no debería restar legitimidad a dichos conocimientos en la medida en que tanto unos como otros han derivado de prácticas confiables.
La OMPI[3] utiliza actualmente el término “conocimientos tradicionales” para referirse a las obras literarias, artísticas o científicas basadas en la tradición; así como las interpretaciones o ejecuciones; invenciones; descubrimientos científicos; dibujos o modelos; marcas, nombres y símbolos; información no divulgada y todas las demás innovaciones y creaciones basadas en la tradición que proceden de la actividad intelectual en el ámbito industrial, científico, literario o artístico. La expresión “basadas en la tradición” se refiere a los sistemas de conocimiento, creaciones, innovaciones y expresiones culturales que: se han transmitido generalmente de generación en generación; se considera generalmente que pertenecen a un pueblo en particular o a su territorio, y evolucionan constantemente en respuesta a los cambios que se producen en su entorno.
Entre las categorías de conocimientos tradicionales figuran: los conocimientos agrícolas; los conocimientos científicos; los conocimientos técnicos; los conocimientos ecológicos; los conocimientos medicinales, incluidos las medicinas y los remedios conexos; los conocimientos relacionados con la diversidad biológica; las “expresiones del folclore” en forma de música, baile, canción, artesanía, dibujos y modelos, historias y obras de arte; elementos de los idiomas, como los nombres, indicaciones geográficas y símbolos, y bienes culturales muebles. Dada la naturaleza tan diversa y dinámica de los conocimientos tradicionales cabe la posibilidad de que no pueda establecerse una definición particular y exclusiva del término. La OMPI utiliza el término “titular de conocimientos tradicionales” para referirse a todas las personas que crean, desarrollan y practican conocimientos tradicionales en un entorno y contexto tradicionales.
¿A qué nos referimos con "gestión del conocimiento"?
Convencionalmente investigaciones sobre gestión organizacional del conocimiento proponen una noción de conocimiento desde dos perspectivas diferentes, una que ve al conocimiento como algo que se puede adquirir, almacenar y convertir (perspectiva objetivista), y otra que enfatiza la actividad/práctica de conocer (perspectiva basada-en-la-práctica o perspectiva comunitaria).
Desde la perspectiva objetivista del conocimiento se asume que éste es una entidad objetiva que se puede codificar mediante procesos cognitivos e intelectuales y en la que claramente se distingue entre lo tácito y lo explícito.
La perspectiva basada-en-la-práctica enfatiza que el conocimiento se constata en la práctica y que hay un continuo entre lo tácito y lo explícito; esto último significa que el conocimiento no es una entidad objetiva separada del sujeto y separada de la acción humana, sino que se trata de una práctica humana social y culturalmente constituida.
El conocimiento, en general, está constituido por la forma en que la gente categoriza, codifica, procesa y da significado a sus experiencias. En fin, implica las formas en que construimos el mundo. Esto es verdad en el caso del conocimiento científico como del conocimiento no científico o cotidiano; es algo que todo el mundo posee aunque los procedimientos de validación del mismo difieran.
¿Por qué es importante registrar las historias o testimonios de vida?
Las historias de vida generalmente constituyen el relato de ciertas personas sobre su experiencia individual, que en su gran mayoría son excepcionales, o, en otras palabras, son aquellas personas que reflexionan sobre la experiencia vivida dentro de una determinada sociedad y cultura. Langness (1965) define a las historias de vida como un extenso registro de la vida de una persona, que puede ser presentado por la misma persona, o por otra (el etnógrafo) y en algunos casos por ambos (biografiado e investigador), ya sea de manera escrita (por la misma persona) u obtenida mediante entrevistas (grabadas o no). Para Langness y Frank (1981), las historias de vida son el resultado de alguna relación entre el etnógrafo (en muchos casos) y el protagonista de una experiencia.
Centrarse o partir de la memoria oral de los miembros de una comunidad, de una organización, implica registrar sus narrativas como un constructo en un amplio contexto, considerar lo que sucede en los relatos particulares de cada individuo.
Las narrativas son modalidades del pensamiento y ordenan la experiencia en una realidad dinámica que trata con intenciones, acciones, vicisitudes y consecuencias que marcan su curso. Un relato construye dos escenarios, uno en la acción y otro en la conciencia. El primero se enfoca en lo que hacen los sujetos en situaciones particulares, el segundo en lo que involucra acerca de lo que se sabe, se piensa, se siente o no se sabe, no se piensa y no se siente. Los dos escenarios son imprescindibles y distintos; entender el hilo conductor de una historia significa tener noción de los cambios en los esquemas de pensamiento de los sujetos, al mismo tiempo que se expresan en los eventos externos. El significado que se atribuye a los eventos en un relato refleja las expectativas y el entendimiento que se logra en la participación en un mundo social y moral específico.
Las narrativas se inscriben en un mundo de significaciones sociales específicas que le atribuyen sentido a las acciones de los sujetos estudiados en situaciones concretas. Las narrativas median en la emergencia de las construcciones de la realidad y son vehículos poderosos en la socialización de valores y visiones del mundo entre quienes comparten un espacio sociocultural, en el caso que abordamos, la narrativa se convierte en una forma de preservar y transmitir los saberes tradicionales.
BIBLIOGRAFÍA
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MARIEZKURRENA, David
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política y antropología en los Andes bolivianos. Historia oral saberes locales” Universidad de la
Cordillera/AGRUCO/Plural Editores, La Paz, Bolivia
UNESCO El rol
de las mujeres en la transmisión del Patrimonio Cultural Inmaterial. Centro
Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América
Latina – CEPAL
USFX NUESTRA
PATRONA: La Virgen de Guadalupe. Universidad San
2012 Francisco Xavier de Chuquisaca
[1] Fuente:
https://www.inah.gob.mx/boletines/9305-disertan-sobre-el-impacto-del-covid-19-en-el-patrimonio-cultural-inmaterial
[2] Fuente: http://www.udape.gob.bo/portales_html/analisisEconomico/analisis/vol02/art06.pdf
[3] OMPI:
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual