Autoras:
Herrera Ma.A., Infantes G., Maldonado E., Ramos T., y Borda.
Ensayo de investigación realizado por este colectivo de estudiantes de la carrera Antropología-Arqueología de la Universidad Mayor de San Andrés-UMSA, en la ciudad de La Paz, el año 2009. Los lectores son libre de reproducir y citar fragmentos de ésta publicación siempre y cuando citen y respeten a las autoras originales de éste Ensayo.
Universidad Mayor de San Andrés
Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Antropología
La Identidad Guerrera Chiriguana durante el siglo
XVI en la “Cordillera Chiriguana”
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Antropología Chacoplatense
INDICE
Introducción
I.
Marco
Teórico
1.1
Conceptualizaciones
1.2
Unidades de Análisis
1.3
Categorías de Análisis
II.
Marco
Histórico
2.1
Antecedentes de la presencia Guaraní en
América del Sur
2.2
Datos Demográficos
2.3
Relación de los Chiriguanos con otros grupos
2.4
Las Migraciones
2.5
La Colonia y la Cristianización
2.6
Cronología
III.
Marco
Metodológico
3.1
Estructura Social
3.2
Estructural
Cultural
IV.
Desarrollo
4.1
La “Cordillera Chiriguana”: Frontera natural
con los Andes
4.2
La práctica Antropófaga y las relaciones de
Alteridad
4.3
Espacios de transición: La Presencia católica
en la realidad Colonial – Las Reducciones
V.
Conclusiones
BIBLIOGRAFIA
Para abordar la temática de la
“Identidad Guerrera Chiriguana” hemos ubicado la investigación en la época
temprana de la colonia, durante el siglo XVI, pues las fuentes a las que hemos
acudido nos remiten a este siglo como la época en la que las producciones
documentales que hoy consultamos (relaciones, crónicas, cartas, declaraciones,
etc.) son las de mayor fiabilidad. El tema de la identidad en este particular
caso, con el acento en el ethos “guerrero Chiriguano”, nos va a ubicar en el
espacio dentro de lo que fue la “Cordillera Chiriguana” en la Real Audiencia de
Charcas, el espacio geográfico que oscila los límites entre los Andes y las
“tierras bajas”, que más adelante conceptualizamos con mayor detalle.
El Guerrero Chiriguano, de esta
manera será un personaje que tendrá un espacio vital en una época determinada
de la historia boliviana, ya sea determinado por el espacio geográfico que
habita y por el cual se desplaza o por razones que anteceden a la comprensión
colonial y limitan las dimensiones reales de su identidad étnica.
La problemática
de la investigación girara en torno a la construcción de la identidad
Chiriguana, esta identidad guerrera, que hacemos corresponder al recurso de un
ethos original, se va transformando al paso de los desplazamientos de este grupo
social y a su contacto con las “otras culturas”, se va generando un proceso de
mestizaje permanente.
El marco teórico que hemos
construido para la investigación está separado en tres ámbitos: 1)
Conceptualizaciones, que nos ofrecen las definiciones puntuales a usar; 2)
Unidades de Análisis de la investigación que aportan al cuerpo del análisis de
los temas con mayor especificidad y 3) Categorías de Análisis, que resultan
elementos transversales a lo largo de la estructuración y desarrollo de la
investigación, nos permiten realizar una interpretación objetiva y cabal de la
temática planteada.
Lo que refiere a la delimitación
temporal de la investigación, la hemos enmarcado en el proceso colonial, más
precisamente en el siglo XVI, con referencias a épocas previas o consecuentes.
El Marco Histórico retoma los procesos y hechos más sobresalientes de este
periodo con antecedentes y fundamentos precisos hasta los primeros años de los
levantamientos y revueltas independentistas. Los datos vertidos asoman desde los
orígenes del hombre Chiriguano, sus relaciones interetnicas e intertribales,
las relaciones con los colonos y misioneros, sus enfrentamientos bélicos y
levantamientos armados, finalmente, acontecimientos puntuales en lo que
respecta a demografía, desastres naturales, epidemias y sucesos políticamente
importantes.
Este es el marco en el que se
desenvuelve la investigación, abordamos al ser guerrero Chiriguano en sus
momentos históricos más sobresalientes, en sus relaciones con otros grupos más
o menos conflictivas y en su constante
reelaboración identitaria. La antropofagia va a ser uno de los aspectos más
resaltantes en este proceso de construcción de la identidad guaraní, como
recurso metafórico y material de la percepción de la alteridad y como camino a
lo transcultural.
I.
MARCO TEÓRICO
1.1 Conceptualizaciones
GUARANÍ
Es
la rama meridional del grupo grande de los Tupi-guaraní, uno de los más
antiguos. En el sentido amplio, es un grupo sociolingüístico que incluye varios
subgrupos, que hoy muchas veces son considerados como grupos independientes.
Los grupos se ubican en un territorio de gran extensión entre varios países
como Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay; su territorio actual es
discontinuo, y es producto de migraciones desde época temprana, según Krickerberg, “aparecieron ya en tiempos pre-históricos en
el Paraná medio inferior”, y según Meliá, sus “migraciones” ocurrieron desde
hace unos dos mil años migraban aproximadamente hacia los años 1500, aunque, a
veces, también después. En el siglo XVI se estima una población de 1.5 – 2
millones de personas, que rápidamente descendió durante la época colonial
debido a las enfermedades, malos tratos, captura de esclavos, etc. [1]
Como constructo de identidad se
tiene el análisis lingüístico Guaraní: Nosotros
“Mbya”. Forma de autoidentificación, utilizando la palabra ñande “nosotros,
lo nuestro”.Mbya “hombre guaraní”, kuimbae “varón”.
Al no guaraní se lo denomina
karai, tanto al blanco como a otros collas de origen quechua o aymara, también
a comerciantes, patrones, fuerzas del orden, etc.
Existe un etnocentrismo guaraní
cuando se identifica a los que viven a los alrededores que no son karai ni
mbya, se los nombra por el nombre del grupo (toba, mataco, etc.), también como
pyta “doble talon” o ñanaygua (nacido en la maleza del monte)
Pero existe una fuerte
diferencia entre los mismos guaraníes, entre los Ava y los Isoso. El uso de Ava
para los chiriguanos establecidos en la parte cordillerana propiamente dicha, Giannecchini
lo define de la siguiente manera:
“AVA, s. Hombre. Nombre con que
los chiriguanos se llaman a sí mismos y a toda su tribu y con él quieren dar a
entender que son gente por antonomasia, a diferencia de todas las demás tribus,
que miran con desprecio, a la manera de los antiguos Romanos que a sí mismos
llamaban “homo” y a los extranjeros “barbarus”.”
La conciencia étnico cultural
que tiene la población que se autodenomina mbya o guaraní, implica el ñande
“nuestro” y todo el bloque cultural compartido ñande reko “nuestro modo de
ser”, con una percepción amplia de la cultura, al igual que su movilidad por el
territorio.
CORDILLERA
CHIRIGUANA
Para efectos de la investigación denominamos como “Corillera Chiriguana”
al espacio geográfico en el que se han producido una serie de asentamientos
demográficos y relaciones interetnicas entre los Chiriguano y otros grupos.
Comprende el espacio regional de la Cordillera Real, como límite o frontera
natural entre los grupos socioculturales del llano y los Andes.
MESTIZAJE[2]
Es
el encuentro biológico y cultural de etnias diferentes, en
el que éstas se mezclan, dando origen a nuevas. Se utiliza con frecuencia este
término para describir el proceso histórico sucedido en Iberoamérica que
la llevó a su estado racial y cultural actual.
El
mestizaje existe desde los primordios de la humanidad, provocado por el
contacto inevitable de grupos diferentes de seres humanos.
Mestizaje,
término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas
realizado a partir de 1492 en la América hispana. Las numerosas variantes que
se produjeron a lo largo de todo el continente durante los tres siglos de vida
colonial, se conocieron con el nombre de castas.
El
largo proceso del mestizaje fue el eje de la transformación llevada a cabo en
América al actuar como elemento dinamizador de la sociedad. A partir del siglo
XVII el mestizo formó parte de una realidad generalizada, que perdió las referencias
raciales específicas y entró a formar parte de todos los grupos sociales,
gracias a una verdadera movilidad social, que se basaba sobre todo en
valoraciones económicas y de prestigio político y profesional.
Tradicionalmente,
el mestizo tuvo un espacio social indeterminado, incluyéndose tanto en el
ámbito indígena como en el español, aunque se estableció preferentemente en las
áreas urbanas, integrándose en el sistema de valores español. La unión con las
mujeres indígenas pertenecientes a las elites locales fue utilizada por los
conquistadores españoles como un sistema de dominio sobre la población
autóctona, al implantar la familia nuclear y aprovechar el prestigio de sus
autoridades en beneficio del ejercicio del poder. Los mestizos resultantes de
estas uniones habitualmente se integraron en el ámbito social del padre.
En
contraposición al español peninsular y al español americano o criollo, que
ocuparon los niveles más altos de la pirámide social, el mestizo ocupó como
grupo los estratos inferiores, aunque dispuso de fórmulas como la ‘compra de
blancura’ para iniciar el ascenso social. La permanente tensión entre
peninsulares y criollos se reflejó en una continua infravaloración del mestizo
por parte del criollo, que dio origen a una extensa literatura difamatoria.
Todos
los grupos sociales fueron permeables al mestizaje, por lo que la población del
continente americano es hoy fundamentalmente mestiza.
En
la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue atravesado por numerosos
factores, como el clima, las particularidades culturales de cada comunidad, u
otros aspectos que provocaron que en diferentes regiones dentro de un mismo
país, el mestizaje haya sucedido en diferentes rítmos y grados de profundidad.
El ejemplo latinoamericano es notable, puesto que ejemplifica una mezcla étnica
expandida por gran parte del territorio.
ALTERIDAD
Partiremos
de la definición que hace sobre alteridad la Real Academia Española: (Del lat.
alterĭtas, -ātis) Condición de ser otro.[3]
La
definición encontrada en la enciclopedia online Wikipedia, alteridad provendría
del latín alter: el "otro" de entre dos términos, considerado desde
la posición del "uno", es decir, del yo; y sería el principio
filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del
"otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista, la
concepción del mundo, los intereses, la ideología del otro; y no dando por
supuesto que la "de uno" es la única posible.
El
término “alteridad” se aplica al descubrimiento que el “yo” hace del “otro”, lo
que hace surgir una amplia gama de imágenes del otro, del “nosotros”, así como
visiones múltiples del “yo”. Tales imágenes, más allá de las diferencias,
coinciden todas en ser representaciones más o menos inventadas de personas
antes insospechadas, radicalmente diferentes, que viven en mundos distintos
dentro del mismo universo.
Cabe
diferenciarlo de la empatía, la que se basa más que nada en "sentir"
lo que el otro siente, a diferencia de la alteridad, en la cual uno mismo deja
de lado sus propias ideas para entender verdaderamente la situación del
"otro".[4]
EGO
En
psicología, yo o ego (del latín), se define como la unidad dinámica que
constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con
el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos.
El
yo es un término difícil de definir dadas sus diferentes acepciones. A lo largo
de la historia su definición se ha relacionado con otros términos como psique,
ser, alma o conciencia. Pero una aproximación académica exigiría hacer
precisiones según la disciplina desde la que se enuncie. El estudio del yo
puede decirse que abarca, disciplinas de orientación biológica, (psicobiología,
neurobiología, Neuropsicología, etc.) tanto como disciplinas de corte
filosófico y humanista. El término yo desde una aproximación académica se
relacionaría con términos como conciencia y cognición.
La
pregunta por el qué es, exactamente el yo, es quizá una de las preguntas
fundamentales del hombre y no sólo ha sido enunciada en la ciencia sino en
diversos sistemas religiosos y espirituales a lo largo de la historia.[5]
En
antropología, en la elaboración de diagramas de parentesco, ego es el indicador
usado para representar al individuo arbitrariamente elegido que ocupa el centro
del sistema. De esta manera el parentesco egocéntrico es el que se calcula
desde el punto de vista de esa persona. Todos los sistemas de parentesco son
egocéntricos en la medida que todo
individuo tiene una parentela única. Sin embargo los sistemas cognaticios. Debido
a su frecuente falta de grupos de descendencia corporativos. Suelen
caracterizarse más marcadamente por el egocentrismo que los sistemas de
descendencia unilineal. (Michael Rhum)
1.2 Unidades de Análisis
IDENTIDAD
Enfoque Primordialista: Considera que la pertenencia a un
grupo étnico constituye una de las primeras y más importantes de las
pertenencias sociales, pues en ellas se construyen los vinculos más
fundamentales, ya que están adscritas a razón de parentesco, de genealogía, de
filiación y lealtades que determinan que sea en la etnia en donde se comparte
un conjunto de emociones, de solidaridades, de reciprocidades que generan redes
de lealtades y vínculos que son inamovibles; de ahí el porqué conciben que la
identidad étnico-cultural sea la identidad primordial”. [6]
Enfoque Objetivista“: Trata de encontrar los rasgos
objetivos que determinan la identidad cultural de un pueblo, que se
evidencian en rasgos culturales
manifiestos, perceptibles, observables de un grupo; están en su origen, su
pasado histórico, su lengua, su vestimenta, su religión, su pertenencia a un
territorio compartido; sus artes, sus fiestas, su música, su danza, y demás
rasgos sin los cuales un grupo no puede construirse una identidad propia”. [7]
“Todo
proceso de construcción de la identidad se inicia con la necesidad de
autoreflexión sobre sí mismo, la mismidad, que hace referencia a la imagen o
representación de un “sí mismo”, que nos permite decir “yo soy” esto o
“nosotros somos”. Esta es la primera fase de este proceso”. [8]
“Eje
clave para saber y decir quiénes somos es el sentido de adscripción o pertenencia, la conciencia, la
interiorización y el orgullo que nos hace sentirnos parte de un pueblo, una
sociedad, un grupo social que comparte una misma raíz histórica, un mismo
universo simbólico, una particular visión sobre la vida, una cultura por la que
ha podido llegar a ser lo que se ha construido como pueblo”.[9]
“La
identidad en cuanto representación simbólica del mundo social, en relación
tanto a nuestra mismidad o la otredad, es decir con relación a las
representaciones que tenemos sobre nosotros y sobre los otros, evidencia, según
Rivera algunas características, entre las que podemos decir que la identidad es esencialmente distintiva o diferencial”.[10]
“La
identidad no es una construcción social estativa, sino que está sujeta a una
dialéctica continua de construcción y reconstrucción, pero que requiere de
continuidad en el tiempo”.[11]
“La
identidad no es única, monotópica univoca, monosemica, ni unidimensional, por
el contrario es diversa, pluritopica, multivoca polisémica, su construcción
como la de todo hecho social, está sujeta a razones multicausales y
multifactoriales. La identidad es itinerante, fluctuante, multidimensional,
tiene distintos niveles, rasgos y formas. Por eso no se puede hablar de
identidad sino de identidades puesto que
estas son múltiples, fragmentadas y diferenciadas”. [12]
MIGRACIÓN
Se
denomina migración a todo desplazamiento residencial de población humana que se
produce desde un lugar de origen a otro de destino y lleva consigo un cambio de
la residencia habitual en el caso de las personas. Las migraciones se estudian
a partir de la demografía y geografía de la población. En las ciencias sociales
este proceso está comprendido como la “desterritorializacion” de los códigos y
las expresiones culturales.
La
migración demográfica presenta dos enfoques: emigración desde el punto de vista
del lugar o país de donde sale la población, y la inmigración desde el punto de
vista del lugar o país donde llegan los migrantes.
La
razón y características de ella difieren según las épocas y culturas, por
ejemplo: los movimientos migratorios entre los grupos guaraníes son causados
por varios motivos como: el miedo a los espíritus malos que los obligan a
moverse, movimientos mesiánicos, o la necesidad ecológica de cambiar terrenos
de sustento (caza, pesca, riza, y quema, etc.), cambios o desastres naturales y
generalmente eran acompañados por violencia, conflictos bélicos y antropofagia.
(Nordenskiold 1912/1985:64-65, Melía 1992); (ver demografía, origen del hombre
americano, Reforma Agraria).[13]
GUERRA
(Del germ. *werra, pelea,
discordia; cf. a. al. ant. wërra, neerl. medio warre). f.
Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias.
|| 2. Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma
nación[14].
Forma
de conflicto sociopolítico más grave entre dos o mas grupos humanos. Es quizá
la más vieja de las relaciones internacionales. Supone el enfrentamiento
organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos
naturales y /o humanos o el desarme, sometiendo y en su caso destruyendo al
enemigo, y se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el
mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas o
territoriales[15].
QUEREMBA
“Guerrero” guaraní: estatus masculino
adquirido que dependía del éxito personal de cada uno, por lo tanto, no todos
los hombres podían ser queremba. Los queremba eran muy importantes en las
guerras, porque ellos formaban la vanguardia, sin ellos “nunca se animaban a
emprender la guerra (…) son los primeros en dar la señal del combare, en
asaltar , matar, cautivar e incendiar” (Giannechini). Sus características
principales eran; valentía y habilidad, eran capaces de encorvar o ladear de
las flechas, habilidad que un buen guerrero debía poseer. Ser queremba era un
proceso lato de enseñanza y socialización del niño, aprendiendo todas las
costumbres y técnicas de la guerra, cuando el niño llegaba a los seis años se
le ponía la “tembeta” al labio inferior y comenzaba a entrenar intensamente
todo lo necesario militar manejo de arco y flecha, percepción del enemigo y
otros conocimientos. Guiado por un maestro llamado “puruincanise”. Cuando
llegaba a ser queremba se añadía el sufijo “ta” al término, entraba también en
el consejo para aprender otras cosas importantes como sobre las alianzas, etc. [16]
ETHOS
Carácter
común de comportamiento o forma de vida que adopta un grupo de individuos que
pertenecen a una misma sociedad.
Ethos de la Selva: relación de integración con el mundo
natural dando prueba de un amplio y
profundo conocimiento de los mecanismos que lo gobiernan.
Ethos Amazónico: se formará a partir de la sucesión de
corrientes migratorias que obliga al grupo a adoptar una identitdad,
respondiendo a una unidad lingüística: Avas,
hombres del mismo idioma
1.3 Categorías de Análisis
CHIRIGUANO
“Etnia”
indígena chaco-platense. Se divide en tres grupos grandes(a), los cuales -según
Riester- presentan pequeñas diferencias lingüísticas, culturales y de Ubicación
geográfica: 1. los Avas, 2. los Isoceños, 3. los Simbas. Ubicación: en el siglo
XVIII los chiriguanos “ocupa de norte a sud desde el pueblo de Santa Rosa
(paralelo a la primera misión de Chiquitos) hasta el Bermejo; de oeste a este
desde las inmediaciones del pueblo de La Laguna, partido de Tomina hasta los
arenales confinares con la misión de San José de Chiquitos”, son vecinos “por
el sud los <matacos, Mataguayos y Vejoses; por el sudeste los Tobas: por el
este varias naciones, particularmente la de los Guaicurús, por el noroeste la
provincia de Chiquitos y por el norte los Sirionós y Yuracarés.” (Finot). La
denominación chiriguano en el siglo XX fue reemplazado con varios nombres de los grupos locales como los
Shahuanco: actualmente en Bolivia se distinguen tres grupos con el nombre
genérico “guaraní”) especifico como “Ava”, “Isoceño” y “Simba”. Hábitat: ocupan
tres zonas ecológicas diferentes: área subandina (Simba), piedemonte andina
(Eva) y llanura chaqueña (Isoceño) que determina sus actividades económicas. En
el área andina, sus poblaciones se encontraban “regularmente en serranías, en
quebradas, callejones o cañadas o codilleras montuosas y llenas de ríos: todo
lo cual las hace quasi intransitables por los españoles” (Mingo). Historia:
existen diferentes teorías (1). Los dos
principales son: posiblemente tienen origen sureño (Itatin) que, a través de
grandes migraciones, penetró en el área chaqueña y venció a los grupos étnicos
locales arawak mucho más numerosos que ellos, a los Chanés y los Guanas,
mezclándose con ellos (Metraux, Nordenskiold, Riester); o migraban del litoral
Atlántico a través del territorio de Paraguay hacia los Andes, y se quedaban
principalmente en el Chaco y en la parte de Cordillera denominada por ellos. Los
grupos arawak cumplían varios fines: doméstico, mercantil, procreativo y
ritual. Tenían fama por ser guerreros invencibles a pesar de los varios
intentos españoles durante la época colonial. La antropofagia, como costumbre
comenzó a declinar en el siglo XVI. Se conoce el nombre de varios
Jefes-guerreros en los documentos coloniales. Tenían una guerra intertribal de
30 años (1590-1620) entre dos asentamientos Coyayagua. Significaban una
constante preocupación para el gobierno, y se rebelaban muchas veces contra la
dominación española (confederación 1564,
“Aruma” 1727-1735, “Cumbay” 1799-1807), o contra las reducciones en su
región, por ejemplo: Jugaban un papel
importante en la Guerra de la independencia, se aliaban a los criollos contra
la colonia, aunque algunos grupos ayudaban a la corona. El último
enfrentamiento entre el Estado y lo chiriguanos fue en “Kuruyuqui” en 1892 bajo
el liderazgo de Apiaguiqui Tumpa”, donde fueron derrotados y su líder fue
condenado a la muerte. Después de la batalla en 1892, muchos de ellos güero
llevados al Beni para trabajar con el caucho, que sirvió a doble propósito:
llenar el vacío de la mano de obra y la eliminación de los muy tenidos
chiriguanos según los planes del darwinismo a la criolla”.[17]
TRANSCULTURACIÓN[18]
Malinowsky
fue el principal defensor del concepto de “transculturación” planteado por el
antropólogo cubano Fernando Ortiz (1940), en la introducción de la obra:
“Contrapunto Cubano del Tabaco y el Azúcar (Advertencia de sus contrastes
agrarios, económicos, históricos y sociales, su etnografía y su
transculturación)”. Para Ortiz transculturación es un proceso en el cual emerge
una nueva realidad, compuesta y compleja; una realidad que no es una
aglomeración mecánica de caracteres, ni siquiera un mosaico, si no un fenómeno
nuevo, original e independiente. Para describir tal proceso el vocablo de
raíces latinas “transculturación” proporciona un término que no contiene la
implicación de una cierta cultura hacia la cual tiene que tener la otra, si no
una transición entre dos culturas, ambas activas, ambas contribuyentes con
significativos aportes, y ambas cooperantes al advenimiento de una nueva
realidad.
Cuando
Ortiz formula esta tesis llevaba décadas como investigador e historiador de la
cultura popular cubana. La base desde la cual arriba a dicha tesis es la puesta
en valor del acontecimiento social ocurrido en América en poco mas de dos
siglos, entre 1500 y 1700, que ganará una nueva oleada entre 1850 y 1950. Lo
que José Vasconcelos había destacado en 1925 en toda su proyección futura de la
“Raza Cósmica”, Ortiz lo estudió en su dimensión histórica comprendiendo que la
radical novedad de “un pueblo universal” anunciado por el Mexicano Vasconcelos,
estaba fundada en la extraordinaria transformación transculturación realizada
en América a partir del siglo XVI. Ortiz señala que el vocablo “transculturación”
expresa mejor las diferentes fases del Proceso Transitivo de una cultura a
otra, porque este no consiste solamente en adquirir “una distinta cultura” que
es lo que en rigor indica la voz anglo-america “aculturación” si no que dicho
proceso implica, también y necesariamente, la pérdida o desarraigo de una cultura precedente. Lo que podría llamarse
una parcial “deculturacion”, y además de denominarse “neoculturacion”.
La
obra de Ortiz está inscripta en una secuencia de reflexión sobre la naturaleza
social y cultural de América Latina. Proceso que para Carmen Bernard y Serge
Gruzinski, no tiene paralelo con la historia. Es más bien un PROCESO que tiene como común denominador la
MUTACION de todos los actores del mismo, aun antes de su entrecruzamiento
empiece a generar la nueva síntesis; se trata de un proceso en el que se
destaca la velocidad de dichas mutaciones.
El
concepto de “transculturación” propuesto por Ortiz fue ampliamente acogido en
América Latina influenciando el pensamiento y obra de destacados autores.
Aunque no alcanzó la trascendencia que debía ni se aprovechó el potencial
interpretativo del concepto a pesar de que algunos autores como es el caso del
brasileño Darcy Ribeiro hizo uso indirecto del término.
En
las últimas décadas el tema intercultural, bajo los parámetros desarrollados
por Ortiz, recupera vigencia. Ante los pronósticos de las guerras
interculturales o de modelos sociales de…ámbitos culturales que coexisten de
manera integrada y hostil, la transculturación aparece como una respuesta que
da otro sentido a la interculturalidad.
En
algunos casos esta radical y abrupta
inmersión en la interculturalidad de los últimos tiempos ha tendido a suscitar
reacciones defensivas: desde una supuesta universalidad amenazada, o desde
particularismos que se ven en la obligación de confrontar su propia
particularidad en el seno de un mundo cada vez más interconectado. Estas
reflexiones conducen a discernir más precisamente entre el concepto de
“universalidad” y “hegemonía”.
La
transculturación en tanto creación cultural capaz de reunir raíces culturales
diferente, no se centra solo en la propia identidad, ya que esa identidad misma
está cuestionada. Por definición es una identidad en crisis, se realiza en la
polaridad –identidad-alteridad.
La
transculturación significa asumir la condición transitoria de la mezcla. Pero
advertir y entender su contraste con el concepto “aculturación”, nacido en el
seno de la antropología anglosajona, no es sencillo; esta posición dio lugar a
una errónea definición que la Real Academia de la Lengua presenta como
transculturación: “recepción por un pueblo o grupo social de formas de cultura
procedentes de otra, que sustituye de un modo más o menos completo a las
propias”; concepto que en rigor pertenece a la definición anglosajona de
“aculturación”.
ALTER EGO[19]
El
alma, espíritu, sombra, Tótem y otro yo de la misma persona.
ANTROPOFAGIA
Se
entiende como la ingesta o “alimentación con carne humana por los hombres o
mujeres”[20].
El
acto de ingesta de carne humana se efectúa quitándole la vida al humano. El
antropófago es aquel que mata para poder alimentarse en los ámbitos materiales
y subjetivos.
Los
fines rituales de esta práctica están abocados en derrotar al enemigo e
ingerir partes de él para retener su
energía, su fuerza.
PRAXEOLOGIAS
De praxis, voz griega que significa acción, conjunto de
acciones o actuaciones tendentes a la transformación.
Memoria praxeológica / de praxeologías
originales: conjunto
de prácticas/acciones que expresan el universo cultural que se guarda en la
memoria como por ejemplo la
magia (representada por la presencia del
brujo que encarna la prohibición y el tabú) y la religión (representada por el
shamán que controla los aspectos sacrales), polos de cargas positivas o
negativas entro del grupo social que tendrán un espacio de mediación a través
de la ritualidad.
Praxeologías de las Alianzas: que a partir de la centralidad de la
posición que ocuparon los Guaraníes en
la geografía selvática, manifiesta un elemento ideológico que expresa la
intencionalidad implícita en la unidad del grupo, dos modalidades de
integración social: cerrada (óreva,
nosotros exclusivo) y abierta (ñandéva, nosotros
inclusivo).
II.
MARCO HISTÓRICO
Para abordar la problemática de
la construcción de la identidad Chiriguana a partir de los procesos de
mestizaje en la “Cordillera”, establecemos como espacio temporal referente el
hecho colonial en América del Sur, durante el siglo XVI. Se espera estructurar
una relación entre sucesos que marcan el devenir del pueblo Chiriguano y lograr
comprender e interpretar los elementos que configuran su identidad y las relaciones entre ellos. Es en este marco
que se desenvolverá la investigación, a partir de la revisión bibliográfica y
los aportes de Pifarré, Calzavarini, Saignes y Combés, entre otros.
2.1 Antecedentes de la presencia Guaraní en América del
Sur
Las informaciones arqueológicas,
etnohistóricas y lingüísticas evidencian
un doble camino de formación de núcleos
poblacionales en América del sur: La vía de la Cordillera de los Andes y la de
la Selva Amazónica (se identifican aspectos lingüísticos, creencias y mitos, al
no contar con evidencia material del pasado).
La gran afluencia de norte a sur
tiene una explicación de continuidad y se apoya en la teoría del estrecho de
Bering. Los estudios de Betty Meggers han sabido encontrar prueba de tal continuidad en los asentamientos
humanos, recurriendo al dato demográfico[21].
A lo largo del trayecto americano
de migraciones permanecen señales de una “unidad originaria” que va presentando
marcadas diferencias con el transcurrir del tiempo y el espacio. Desde la
Amazonia el camino para el grupo Arawak se desarrolló en una línea Sur – Oeste,
tomando a los grandes ríos como las vías migratorias, representando así tanto
un hecho de asentamiento como de desplazamiento. Esta es una de las posiciones que dan
explicación al origen y desplazamiento del Hombre Americano.
En un primer momento los
asentamientos son configurados por cazadores y pescadores, en un segundo
momento también de agricultores. De esta manera en la región amazónica se
formará lo que Calzavarini denomina como “ethos amazónico” (un precedente al
“ethos guerrero” guaraní – Chiriguano), a partir del momento en que la sucesión
de las corrientes migratorias obligarán a las poblaciones a darse una identidad
de grupo, basándose en la unidad lingüística: Avas, hombres del mismo idioma.
Existe una correspondencia entre
conformaciones geológicas distintas: al norte como parte amazónica y al sur
como parte del Rio de La Plata. Según esta perspectiva la ubicación territorial
de los grupos del Chaco sería:
Zona
Norte: presencia de la familia de los Chiquitos más cercanos
al Guapay, los Tamacocis al sur, los Zamucos al oriente, hacia el Paraguay los
Bororos y Xayares, al oeste los Ayoreos.
Zona
Centro-Sur: presencia de la familia Mataca entre los ríos
Pilcomayo y Bermejo, subfamilias Mosetén, Mataguayos, Hueshuos-Vejoses,
Yosfuahua –Palomos-Chorotis al sur del Bermejo y al norte los
Guisnays-Chulupíes. Hacia el rio Parapetí se asentarían los Tapieté.
Zona
Centro Sud-Oriental: habitaron la ribera norte – sur del Pilcomayo los
Maskoys, mas al sur en las pampas se conformaría el grupo
“Lengua-Enimagá-Cochaboth”, que tenían afrentan recurrentes con los Tobas del
norte.
Zona
Sur: la familia de los Guaycurúes, estrechamente
relacionada con los Guaraníes, los Mbayaes hacia las pampas del Paraguay, entre
los ríos Abipones y Bermejo los Abipones, los Mocovíes, en la misma línea horizontal
más cerca al río Paraguay vivían las
afiliaciones Guaycurúes de Mapenes, Kuremenguáes, Guatatáes, Payaguáes y los
Guasarapos.
En las olas migratorias de
América reside el fenómeno de transculturación.
La emergencia de las entidades sociales se debe a las particularidades del
suelo, el ámbito socio dinámico
territorial y el tipo de las configuraciones sociales. La emergencia
Guaraní es favorecida por este conjunto
de factores que lo ubican geográficamente en un área central, aceptando como su
camino amazónico a los ríos Madeira y Tapajoz, según Branislava Susnik,
ocuparon la parte más densamente poblada y propicia para las alianzas
intertribales, multiplicándolas por su facilidad de desplazamiento por los ríos
en canoas.
Susnik identifica, hacia el siglo
XII, un puesto avanzado de expediciones Mbya-Chiriguanos sobre el rio Paraguay.
El contexto ecológico de la región manifiesta una colonización típicamente
Guaraní.
2.2
Datos Demográficos
Hacia
1560, la población oscilaba entre 30.000 – 60.000 indios aproximadamente,
repartidos entre la Cordillera y Santa Cruz, la mayoría atribuidos a la
encomienda.
La
cantidad de Chiriguanos, hacia el siglo XVI, es sugerida a partir de datos
recogidos del encuentro de españoles con estos grupos. Durante el último
cuarto, la Cordillera
estaría habitada por 40.000 personas, entre Chiriguano - ava y Chané. A finales
de siglo se estima una población de 100.000 habitantes, entre Chiriguanos y
Chané.
Los
de proveniencia Chané, generalmente hijos de padre Guaraní - chiriguano (= ava)
y de madre Chané, eran más del 80 % de la población total. Los de proveniencia
Ava, padre y madre Guaraní - Chiriguano, no eran más del 20 %. Los de origen
colla, mulato, negro o español, no pasarían del uno por ciento.
Durante
los primeros 20 años del siglo XVII la población Chiriguana descendió
considerablemente, debido a que fue una época agitada y convulsiva, sumada la
peste introducida por los españoles.
Sin
embargo, a partir de 1630, la población Chiriguana empezó a recuperarse lentamente,
alcanzando una cifra aproximada de 150.000 individuos. Es en esta época que se
acentúa la integración de los Chané a la sociedad Chiriguana.
Durante
los siglos XVII y XVIII la principal fuente de productos son los misioneros, lo
que conduce a fluctuaciones demográficas a principios de la cuarta parte del
siglo, los Chiriguano fluctuaban entre
150.000 y 175.000 habitantes.
La
larga guerra de 1727-1735 pudo influir en la relativa disminución demográfica.
Los mayores indicies demográficos de
comunidades Chiriguanas fueron principalmente las de la Cordillera Central
o las más cercanas a aquel sector geográfico. Pero los grupos de la periferia
más próximos a la frontera, eran menos poblados, aunque había excepciones como
por ejemplo, Caisa.
Hacia
1779, ya establecidas las misiones, la
“chiriguania cristiana” -según cómputo del padre Comajuncosa[22]- cuenta con 17.000
indígenas que viven en las misiones.
2.3 Relaciones de los Chiriguano con otros grupos
Variadas
y complejas, las relaciones son dominadas por el etnocentrismo Guaraní y su
sentimiento de superioridad frente a otras sociedades tribales, se consideraban
como iguales, solamente, a los
españoles:
Ø Con los Moxo, sostenían relaciones de
trueque en condiciones de igualdad
Ø Con los Chiquitano, mantuvieron una
relación de respeto y temor, fundada en su capacidad combativa.
Ø Con los Guarayo - Itatín, mantenían
semejanzas en simbolismos y rituales.
Ø Con los Yuracaré, mantenían relaciones
amistosas, de trueque, alianza contra españoles, los Chiriguanos se consideraron
siempre superiores.
Ø Con los Tamacoci - Grigotá, en algunos
casos no se los distinguía de los Chané, en otros fueron hechos tapyi o siervos, les hicieron pagar
tributo en especie e incluyendo a muchachos y muchachas.
Ø Con los Chore, tenían una relación de
amistad y alianza.
Ø A los Chicha, Paspaya, Churumara y
Tomata les guardaban desprecio, sometiéndolos como siervos o tapyi. Los Chicha llegaron a ser sus
aliados ocasionales.
Ø Con los Pocona - Pojo y los Chui de
Mizque, llegaron a establecer alianzas y apoyarse entre sí a causa de la
presencia hispánica.
Ø A los Toba los consideraban
inferiores, sin embargo les tenían miedo y los respetaban, por ser buenos
jinetes y guerreros.
Ø Con los Chané, la relación es compleja
y diversa. Algunos eran asimilados o eliminados a través de ritos
antropofágicos o vendidos como siervos a los españoles. Otros eran ocupados
como siervos en las labores agrícolas y domesticas o para combatir como
soldados contra sus enemigos. Los Chané ocupados como siervos poco a poco se
iban identificando como Chiriguanos, sin embargo, algunos preferían no
fusionarse y procuraban su independencia.
Ø Con los Incas tuvieron relaciones
comerciales en la última fase que duró el Imperio, fundamentalmente de
intercambio de mujeres – metales –
esclavos, también de productos agrícolas preciados y otro tipo de objetos
de prestigio.
Ø Con los españoles, desde un principio,
surgió la curiosidad por su superioridad técnica y política, siempre los
consideraron sus iguales. En sus relaciones aparece el conflicto y el pacto,
por una parte la resistencia a la subyugación y la evangelización era punto de
quiebre y por el otro (como punto de encuentro), llegaron a establecer
intercambios del tipo comercial importantes de alimentos, objetos de cacería,
esclavos prisioneros de guerra, recibiendo a cambio armas, pólvora, objetos
metálicos, ropa, etc.
2.4 Las Migraciones
En
las Tierras Bajas, por un lado, los movimientos migratorios tenían gran
importancia desde épocas remotas y hasta las recientes, la mayoría de los grupos
étnicos actuales en territorio boliviano migraron a su territorial actual entre
os años 1100 d.C.: según las investigaciones arqueológicas y antropológicas, se
sostiene que los grupos arawak aparecieron alrededor de los años 1100-1200, los
grupos guaraníes en los siglos XV y XVI, luego se desplazaron dentro del país.
En los siglos pasados muchos grupos étnicos practicaron una forma de vida
migrante, no itinerante, que se mantuvo por algunas sociedades hasta épocas
recientes, por ejemplo: los Yukis, Ayoreos, entre otros.
Las migraciones históricamente
fechadas se refieren a los hechos de los siglos XV y XVI.
Entre
1513 y 1518 se habría producido una migración hacia la Cordillera Oriental de
un número importante de guaraníes del Itatín. Se habrían producido encuentros
violentos entre los Chané y los Guaranís, siendo algunos de los últimos
derrotados y expulsados de la
Cordillera.
En
este periodo, un grupo guaraní llego hasta las estribaciones del rio Mamoré,
siendo dispersado y rechazado por los Mojeños.
Entre
1518 y 1521, aproximadamente, se
daría otra gran migración Guaraní, llegando a ingresar a la Cordillera por el lado
de Chiquitos, asaltando a su paso a grupos Chané, llevándose consigo un gran
número de mujeres y niños.
2.5 La Colonia y la Cristianización
A
la llegada de los españoles en el siglo XVI, se estableció como proyecto de la
Conquista la toma de la Cordillera Chiriguana, a través del sometimiento de los
grupos Chiriguanos, estableciendo poblaciones españolas y fundando reducciones
religiosas. Se inicia el proceso de lateralización de la Cordillera (política
de condicionamiento socioeconómico Colonial a la actividad agrícola y ganaderas
intensivas) y provoca mayores divisiones al interior de la “nación Chiriguana”.
Los Chiriguanos se ven obligados a reorganizar sus asentamientos e inician el
desplazamiento hacia una línea más interior, hacia los llanos del Chaco.
Establecida
la línea de defensa, las respuestas de los Chiriguanos ante esta situación
fueron diversas, tanto al interior como al exterior de su sociedad (en sus
relaciones inter/intra – étnicas y con los hispanos). En ocasiones se establecieron ataques frontales y
negativas directas a las intenciones de los colonos, cuando las circunstancias
lo ameritaban se entablaban alianzas amistosas con ellos y en cuanto las
circunstancias se transformaban se volcaban a la traición a sus aliados
españoles.
A
partir de entonces, hasta 1620, se dio una etapa de disgregación, división y
conflictos internos entre los Chiriguanos, muchas veces fomentadas por los
mismos españoles.
Entre
1616 y 1620, los Chiriguanos mostraron una amplia gama de actitudes en su
relacionamiento con los españoles: de sumisión fiel, rechazo abierto, juego
diplomático, sumisión y rechazo a la vez, burla, sumisión al rechazo, rechazo a
la sumisión, desesperación, evasión y confederación.
Desde
1620, reaparece nuevamente un movimiento de alianzas intergrupales Chiriguanas,
que dio lugar a un intento de autonomía étnica y un celo por el dominio y
defensa territorial. A medida que avanzaba el tiempo, los contactos con los
españoles se dieron con mayor frecuencia en los territorios de frontera dentro
de la Cordillera.
A
partir de 1625, mantienen mayor contacto con los españoles, sobre todo en las
periferias de las ciudades de frontera españolas. Los que tienen mayor relación
son los del sur de Tarija, en las proximidades del río Bermejo, en donde se
establecen relaciones de intercambio o trueque, incluso llegando a trabajar
como peones en las haciendas.
Hasta
1884 los españoles fueron víctimas de los ataques Chiriguanos, emprendiendo en
esta época una cruzada para acabar con estos últimos. En ese año se dio una
importante guerra que significo un gran golpe, teniendo como la mayor
repercusión la falta de alimentos, diezmando las fuerzas Chiriguanas para la
ofensiva hacia los españoles.
2.6 Cronología de los Acontecimientos
Ø 1540-1620: amenaza
que hacen pesar los invasores Chiriguano sobre los Andes meridionales.
Ø 1558 – 1623: proceso
de mestizaje Chiriguano – Chané y periodo de guerra en la Cordillera en el que
las estimaciones demográficas muestran fuertes fluctuaciones.
Ø 1560, hambruna en la
región de la cordillera. 1590, epidemias de viruela y sarampión que afecta
tanto a los Andes, valles y llanos orientales. 1604, epidemia de bronquitis o
catarro en los llanos; 1621, epidemia de gripe. Entre 1520-1560, cuando
desembarcaron los ibéricos en las costas del Brasil y el Pacífico las epidemias
se propagaron en el continente.
Ø 1560 – 1621:
tentativas oficiales de conquista militar española que caen en fracaso e inicio
de la tarea por parte de las misiones franciscanas.
Ø 1590 – 1620: guerra
de los 30 años. Rivalidad entre dos coaliciones de la Cordillera norte, la de
los líderes Coyayagua y Mocapini con los líderes Mapae y Areya. Ciclo de
venganzas internas en la red de alianzas locales, pidiendo la recurrente
intervención a los representantes coloniales.
Ø 1564: apertura de
hostilidades con los españoles.
Ø 1725-1727:
Levantamiento de Aruma, tubicha-rubicha que guía a la totalidad de las fuerzas
de la Cordillera contra la Colonia y los intentos de penetración encomendera y
misionera, en los sectores de Pilaya, Paspaya y Pomabamba
Ø 1727 - 1735:
Sublevacion general, iniciada con asaltos locales desde Tarija. Se arrasaron
con estancias y misiones en asaltos con un ritmo creciente. Las alianzas
internas se refuerzan por la promesa de botines y cautivos, pero estas
coaliciones se caracterizan por ser circunstanciales o temporales.
Ø 1776: Inicio de las
escaramuzas entre neófitos y salvajes, a razón de la aparición del profeta.
Ø 1778: 4 de noviembre,
despertar del discurso profético Guaraní, resurgimiento del Karaí tradicional y
el mensaje profético.
Ø 1779: se origina el
conflicto entre Chiriguanos y españoles.
Ø 1780: los indígenas
saquean el valle de Salinas y tres meses después llegan al fortín de Santiago.
La ofensiva española parte desde Tarija hasta el Pilcomayo y la respuesta
Chiriguana es la guerrilla. Las confrontaciones y la toma de cautivos se
alargara por siete años.
Ø 1787: se hacen
escuchar las iniciativas de paz por parte de los franciscanos e interviene el
arzobispo de La Plata, José A. de San Alberto.
Ø 1788: El Gobernador
Francisco de Viedma decide la construcción de un fortín en Zaipuru para la
conservación de la paz. Es recibido por una comitiva de Querembas y entabla un
diálogo con el jefe Maruama. A la negativa de paz, el gobernador nombra capitán
al cacique converso Canderugua y los enfrenta. Viedma funda el fortín de San
Carlos en Zaipurú, Maruama asola e incendia Zaipurú, replegándose luego a Macharetí.
Ø 1790: la resistencia
Chiriguana se manifiesta en modalidades diversas.
Ø 1799: con la
vertebración Ava intacta, las epidemias, enfermedades y el hambre empujan a un
nuevo ciclo de escaramuzas en el Parapetí. Ñaguajai es el único sobreviviente
de los caciques que se coloca en la resistencia e interviene en la guerra en
toda la Cordillera. El conflicto contra las misiones dura ocho años,
manteniéndose la lucha en el Parapetí. Fin de la guerra y reconstrucción de la
presencia misionera en la región. Por otro lado, jefes como Cumbay se mantienen
al margen de los conflictos, luego reclamarían a la Audiencia una serie de
compensaciones por tal hecho.
Ø 1799: aparición de la
figura de Cumbay, líder de los
chiriguanos habitantes del Ingre. Durante las sublevaciones de este periodo es
figura de dialogo y concertación con la Real Audiencia de Charcas.
Ø 1804: resistencia
Chiriguana en el Parapetí, avances hacia las estancias ribereñas del rio.
Levantamientos en el Ingre encabezados por Cumbay.
Ø 1805: se traslada el fortín
de San Carlos a la Chiriguanía profunda (Parapetí), instalando una presencia
militar estable en la región.
Ø 1806: resistencia
Chiriguana en Pinti.
Ø 1807: resistencia
Chiriguana en Guacaya y Pilcomayo.
III.
MARCO METODOLOGICO
El
enfoque metodológico de nuestra investigación consiste en tomar en cuenta la interrelacion
y la interdependiencia de las partes
dentro del todo. La praxis estructuralista se centra en la búsqueda de la
“substancia” (lo que está debajo de lo perceptible en la superficie), se reduce
a la descomposición de un “objeto”, para reconstruirlo de tal manera que pueda
descubrirse su funcionamiento.
Para
Barthes el estructuralismo se refiere a una nueva mentalidad catalogada como
una actividad, es decir, como la sucesión regulada de un cierto número de
operaciones mentales. El hombre moderno es para Barthes “el hombre
estructural”, toma el hecho real, lo divide
y lo recompone.
En
este caso tomaremos los elementos que hacen a la identidad Chiriguana y le
otorgan sentido, vamos a descomponerlos y recomponerlos en pares de opuestos
complementarios, para comprender los ámbitos en los que se manifiestan el
“alter” y el “ego”, por consiguiente comprender los modelos culturales y sus
estructuras.
3.1
Estructura Social
Hace
referencia a las situaciones sociales en las cuales se encuentran inmersos los
sujetos, a un contexto social e histórico particular.
La
estructura social considera las “condiciones objetivas de la acción”, definidas
como el conjunto de combinaciones de un sistema social.
La
estructura social establece las características y exigencias que derivan del
contexto social, económico, tecnológico, político, etc., que representen en los
actores sociales en términos de efectos ligados a la posición y a la condición
social.
3.2 Estructura Cultural
Son
los factores ligados a las “condiciones subjetivas de la acción”, el impacto e
incidencia de los contenidos culturales sobre el actor y la manera propia de construcción de sentido.
Se
refiere también al sistema de combinaciones de sentido, a partir del cual el
actor percibe lo que es “real para él”, de este modo estructura su
involucramiento afectivo y su proyecto.
De
este modo se produce un efecto “estructural” que deriva de las estructuras
culturales y que es capaz de producir un sentido movilizador, así como una
percepción del sí (self) y de los
sentidos, estructurando una percepción de lo normal y de lo posible.
Tanto
la estructura social como la estructura cultural, conducen al sujeto a
administrar sus afectos hacia el campo de las acciones de una determinada
manera.
La
estructuración del sentido se produce a través de esquemas completos de
percepción que se construyen de manera
subyacente y que le permiten actuar frente a su contexto, es decir, le
indican los valores, las normas de comportamiento, lo posible, lo imposible y
le ayudan a comprender la relación consigo mismo y con lo social.
De
este modo el actor construye estructuras simbólicas en las que articula la
necesidad de un proyecto personal de realización del sí y los determinantes socioculturales del contexto en el que le
toca vivir, buscando coherencia en la relación individuo-sociedad.
IV.
DESARROLLO
4.1 La Cordillera Chiriguana: frontera natural con los
Andes
La estructura de la sociedad
Guaraní atravesaría por transformaciones bajo la presión de las nuevas
conformaciones globales que deberá afrontar desde el siglo XII al XVI, las
mutaciones se producen y la crisis se manifiesta en las bases de la misma
concepción de la sociedad: la preponderancia de la organización
centralista sobre la centrífuga. La presencia Guaraní se había extendido por todo el Continente Americano en
las zonas Sur Amazónicas hasta las estribaciones de los Andes - sirva como
ejemplo la detección a partir de una arqueología del paisaje de caminos de
filiación incaica que se internan desde las tierras altas al ámbito selvático
(Raffino,2002)[23] - a razón
de la crecida demográfica (natural y artificial), la consolidación de la región
política y el reordenamiento de poder.
Motivados por la creencia
religiosa de la “Tierra sin Mal”, la búsqueda del Kandire, la sociedad Guaraní
continuara el éxodo hacia la Cordillera Oriental. La unificación de grandes masas demográficas
que se producía a partir de la eficiencia del discurso profético, llevará a las
poblaciones a establecerse en las orillas de los ríos y desplazarse hacia las montañas. La formación de la sociedad Chiriguana
estaría relacionada con un largo proceso de mestizaje, a su llegada a la Cordillera Oriental y
sus relaciones con los Chané (que son
empujados a desplazarse al interior del Chaco o a vivir en su frontera bajo el
vasallaje, hacia mediados del siglo XVI) y otros grupos, este proceso de
mestizaje se habría mantenido hasta la el siglo XVIII, asimilando además a
grupos collas, negros, mulatos y españoles.
Por otro lado, la expansión del
imperio Incaico hacia las poblaciones del llano y de la selva a fin de
consolidar su poder y dominación geográfica hacia el siglo XVI, buscaba
asegurar su frontera. Al sur del rio Guapay se habían establecido señoríos
regionales que habían fortificado su periferia oriental antes de su
incorporación al Tawantinsuyo, estos eran los señores Yampara y Q’ara - q’ara.
Es probable que la presión Guaraní haya influenciado en las alianzas de estas
etnias meridionales con las fuerzas Incas. Una forma de organización de las
regiones conquistadas por el Inca era a partir de la marcha militar delegada a
“gobernadores” parientes del Inca, la instalación de colonos o mitmaqkunas en
las regiones mineras y agrícolas[24].
1470-1493: el
Inka Yupanki realiza los primeros
contactos y las primeras ofensivas del Imperio.
1493-1525:
Wayna Kapaj, sucesor del anterior, asume políticas de defensa y
prodigalidad frente a los Guaraní.
A partir de estos sucesos la
Cordillera no es más vista como territorio de conquista si no como una
frontera, un límite de separación entre dos mundos contrapuestos:
quechua/chiriguano, territorios conquistados/territorios por conquistar, que
luego con la llegada hispánica se convertiría la contraposición entre tierras
fieles/ tierras infieles.
Branislava Susnik sostiene que
los Guaraníes tenían relaciones comerciales con los pobladores de los Andes,
especialmente en lo que se refiere a “mujeres-esclavos-metales”. El movimiento se intensificó con las migraciones
de los Itatines, que identificaron al kandiré
con el Inca.
El apelativo “Chiriguano” es una
toponimia que se ha mantenido incierta, ha sido utilizada con connotaciones
despectivas por los habitantes Andinos para referirse a este grupo
sociocultural, tiene su origen en el
término guaraní “Chiriono: los hijos de ellos con las mujeres de otras
naciones” (Historia del Pueblo Chiriguano, SAIGNES Thierry), alude al proceso
permanente de mestizaje que este grupo atraviesa en su historia a lo largo del
territorio Americano y la conformación de una nueva identidad frente a la
confrontación con otros pueblos, especialmente los Chané (significa “numeroso”)
de la familia Arawak, asentados en el territorio montañoso y del Chaco, que se
habían impuesto por su numerosidad y unión grupal, asimilando aspectos de las
poblaciones con las que se habían relacionado.
La relación social que se
estableció entre Chiriguanos y Chané fue de orden jerárquico, patrón / esclavo,
vencedor/prisionero (Metraux en Saignes, 1985), que como objetivo intrínseco
tuvo el mantenimiento de las diferencias sin medrar las solidaridades internas.
En este proceso se pusieron de manifiesto los modelos que gobiernan el
etnocentrismo guaraní y reafirman su identidad (ethos) de guerrero: práctica de
matanza de los hombres, ritual de la antropofagia y acaparamiento de las
mujeres y niños.
En
las Tierra Bajas, entre la mayoría de los grupos étnicos la guerra fue una actividad
de gran escala, con mayor o menor importancia entre algunos grupos guaraníes y
otros grupos chaqueños, en otro tipo de modelos culturales se reducía a esta
actividad principalmente a la defensa. Las guerras generalmente eran
intertribales e interetnicas. En el caso de los Chiriguanos, mantuvieron guerras
internas por diferentes razones, principalmente por venganza (revancha de
sangre); a veces, tenían guerras regionales mayores. En los tiempos coloniales
y republicanos se unificaron las fuerzas tribales y surgieron movimientos
grandes que formaron ejércitos que pelearon contra el dominio español. Las
razones más comunes de guerra fueron: espacio geográfico (traspaso de límites)
y captura de mujeres, a veces los bienes
económicos (revancha de robo o adquisición), o un supuesto mal causado por el
chaman del otro grupo. El líder del grupo étnico podía tener poca autoridad en
tiempos de paz, pero éste se crecía en caso de guerra, cuando su poder quedaba
mucho mayor y sin cuestionar, siendo las unidades pequeñas reunidas bajo la
jefatura de sólo su poder.
Los
Chiriguanos, y en general los grupos guaraníes, tenían la categoría del
“guerrero” o Quereimba en sus estructura y modelo sociocultural, en donde no
todos los hombres podían ser admitidos. Las tácticas de guerra eran distintas,
cuándo y cómo atacar, cómo tratar con los enemigos era el tipo de conocimiento
y entrenamiento en el que se adiestraron estos grupos. Entre Chiriguanos y
Tobas el ataque se realizaba al amanecer, noche anterior los Chiriguanos se
acercaban a sus enemigos y enviaban primero espías, luego realizaban el ataque
de sorpresa. A veces, todos los
capturados eran matados incluyendo a las mujeres y niños; en otros casos, se los mantenía cautivos como
“esclavos”, a veces se incorporaba a las
mujeres y a los niños en el grupo como nuevos miembros, pero no a los hombres
adultos.[25]
En
otro escenario, en la zona Andina, el imperio Incaico se encontraba
bien establecido y correspondía a configuraciones sociales de larga tradición:
al norte las culturas Chavín y hacia la costa la Chimú; en el centro la de
Nazca, desde las orillas del Pacífico hasta los Andes; Tiahuanaco a orillas del
lago Titicaca en el Altiplano[26].
Es a través de esta región del
Collasuyo que se entablan las relaciones y expediciones hacia tierras
orientales, “…el padre F. de Alcaya
refiere que el Inca Huayna Capac fue quien envió al general Guacané hacia las
tierras orientales, que luego de atravesar Mizque, Pojo, Comarapa, Sauces,
Pulquina y Valle Grande, llegó a Samaipata donde construyó la fortaleza,
reorganizando después el reino que dominaba los llanos del Guapay”[27]. La política del Incario establecería la
fortificación de poblamientos de mitmaes o mitmakunas (colonos) para el
aprovechamiento agrícola del territorio, la defensa de la frontera y su
poblamiento.
Entre
los grupos Chiriguanos no existía nunca una estructura organizativa concreta.
Sin embargo, desde 1560 hasta 1584, existen momentos de convocatoria y
movilización intergrupal, con características de confederación. Estas
ocasionales alianzas intergrupales no pasaron nunca a ser una organización
superior.
Hasta
1580, los chiriguanos practicaban todavía la antropofagia como signo de
superioridad frente a sus enemigos vencidos. A partir de esta fecha, vieron la
ventaja de vender a sus prisioneros de guerra como esclavos.
4.2 La práctica antropófaga y las relaciones de alteridad
La práctica antropófaga probablemente se ha extendido al
grupo social Chiriguano como herencia de su Ethos Amazónico, iremos mucho más
atrás en el tiempo y afirmaremos que ésta sea una herencia original de los
pueblos Caribe, que podría haber quedado dentro de las “praxeologías
originales” de los pueblos Guaraní. Lo que queda claro es que durante el
periodo que estamos abordando en la investigación, ésta ya formaba parte de la
memoria praxeológica del pueblo Chiriguano.
Cuervo
Márquez[28],
refiriéndose a ciertas tribus Caribes, principalmente a los paeces,
panches y yalcones: “Casi todas ellas eran antropófagas, hasta el
extremo de que su único alimento consistía en la carne humana, y para
procurársela vivían en constante guerra las unas con las otras, sin que las
alianzas ni la consaguinidad de tribu fueran bastante para retraerlos de esta
costumbre, que ya era vicio tan feroz como sanguinario. Basta un ejemplo: en el
año 1540, los paeces confederados con los yalcones, dieron, a órdenes del
cacique Pioanza, varios asaltos a la naciente población de Timaná; en el último
de ellos, el combate se libró sólo con los escuadrones yalcones, que fueron
rechazados con notables pérdidas. Los paeces presenciaron la derrota desde una
altura, y una vez que estuvo consumada, no se preocuparon sino de hacer la
cacería a sus aliados derrotados; capturaron un gran número, y con ellos
tuvieron abundante provisión de carne por mucho tiempo. Al pueblo de
Carnicerías, en vecindario de los paeces, le dieron los españoles este nombre
porque allí encontraron mataderos y mercado público de carne humana”.
Este dato nos demuestra que la influencia tanto de
este llamado “ethos amazónico” profundo en combinación con el Ehos Guerrero de
los Chiriguano dan cuenta de que la práctica de la antropofagia tiene fuertes
bases en la práctica de la guerra, en un primer lugar como un medio de
dominación y, en segundo lugar, probablemente, como respuesta a una
circunstancial o espontanea necesidad de alimento (al referirse a las
“Carnicerias y mercados públicos” que se habrían de alguna manera
institucionalizado en estas sociedades).
En el caso Chiriguano, el ámbito del antropofaguismo
es solamente la guerra. El modelo cultural Chiriguano otorga sentido completo
de pertenencia a las personas que realizan las prácticas establecidas, como el
antropofaguismo, por lo que la estructura cultural Chiriguana, es
intrínsecamente egocéntrica. Según esta afirmación:“Ego siempre estará donde
está la cultura. El ego solo puede ser reconocido como persona eliminando al
otro” (Sonneson,2000). De esta manera la proximidad y entendimiento con las
“otras culturas” y sus relaciones con ellas, presentan problemáticas, puntos de
quiebre a razón de las construcciones de la alteridad. Ego y Alter son
esencialmente opuestos por su naturaleza.
Este
tipo de relación entre las sociedades Chiriguano y Chané es la que observamos,
por haber sido la más recurrente durante la época Colonial. La incorporación de
la alteridad, metafóricamente por medio del comer, del deglutir las formas de
ser del otro y transformarlas para ponerlas al servicio de una cultura propia,
es lo que se vislumbra a partir del contacto y relacionamiento entre culturas,
se proyectan los rasgos propios sobre el otro y se apropian de algunas de las
características del otro.
En
este caso, el Chiriguano ejerce poder sobre el Chané, la dominación se
efectiviza a través de la ingesta del “hombre Chané”, la toma de posesión de
sus mujeres (actitud activa por parte de los Guaraní en todos los ámbitos
socioculturales de la relación con las mujeres Chané) y su descendencia.
El
resultado de este proceder antropófago es la creación de un producto innovador,
divergente. Mediante el acto antropofágico se
genera una nueva versión ya digerida de lo otro, parodiada, filtrada; lo
heterogéneo ha sido incorporado y recreado. La mujer Chané adopta ciertos
aspectos de la cultura Chiriguana, como la lengua, pero conserva su rol de
transmisora cultural Chané hacia sus hijos. Ella es, como alter (objetivizada
por el Chiriguano), la que refuerza el Ethos Guerrero, motiva a su descendencia
a ir a la Guerra.
Una
fuerza que motivo la desaparición de la práctica de la antropofagia,
probablemente, fue la iglesia católica a través de las reducciones y la
diseminación del discurso cristiano, que tuvo muchos adeptos y cobró mucha
fuerza dentro de las praxeologías religiosas proféticas de los Chiriguano, pero
no fue la determinante.
Otra
fuerza pudo ser la transformación de la metáfora, si bien la ingesta de carne
humana representó la asimilación del otro, al anularse y prohibirse esta
práctica con la llegada de la Colonia, se reconfiguran los sentidos de la
alteridad. Las relaciones entre Chiriguanos y españoles fluctuarían entre el
pacto y la traición repetidas veces, casi de manera constante una cosa conlleva
a la otra. El español en este caso representa para el Chiriguano un alter en el
mismo plano, con la misma jerarquía y se le reconoce este atributo de poder. La
alteridad que se vive con estos nuevos sujetos se trasladó a espacios más
simbólicos, complejos y abstractos: la ingesta de carne vacuna, por ejemplo,
que representa “al invasor” y enemigo de lo propio representado no solo en la
imagen de sí mismo si no proyectado en otros objetos (la vaca “invasora” contra
el maíz).
4.3 Espacios de transición: La presencia Católica
en la realidad Colonial
La
iglesia católica en la colonia está constituida por varias fuerzas, existen
múltiples agentes en los distintos grupos religiosos que participan en tal
empresa, como jesuitas, franciscanos, dominicos, mercedarios y otras. La
iglesia Colonial presentó sus matices locales y diferencias políticas a niveles
jerárquicos. El objetivo común fue implantar un sistema distinto de las
conformaciones sociales salvajes, sembrar la civilización a través de la religión
y a través de este proceso legitimar ideológicamente al sistema Colonial.
“…cristianizar es civilizar; civilizar es imponer una dimensión de “estado”,
que únicamente el poder civil era capaz de administrar”[29].
En
el conflicto salvajes/civilizados brota de las fuerzas religiosas una
alternativa “anti-blanca”: La Orden Jesuita, que llega relativamente tarde al
Perú (1568) elaboran una específica relación entre el cristianismo y las
diferentes culturas y a partir de esto construyen una metodología de conversión
anticolonial, busca que el propio salvaje sea actor de su propio camino de
transculturación. Tal proyecto fue viable solamente hacia las periferias, los
resultados dependerían de la obra de persuasión de los misioneros. Evangelizar civilizando fue el postulado
utópico que se puso en obra en las misiones de Paraguay, Moxos y Chiquitos. Son
expulsados del continente en 1767.
Jesuitas
y Franciscanos intentaron implantar una presencia misionera luego del
levantamiento de Aruma, los Jesuitas
desde Santa Cruz y Tarija (con el supuesto civilizador y una fuerte presencia
estatal en la organización interna, tuvieron por objetivo al indígena) y los
Franciscanos desde Tarija y Sucre (tenían por objetivo al pobre, haciéndose
cargo de las doctrinas y desarrollando su obra en el espacio del mestizaje),
éstos últimos fundaron Colegios misioneros de jurisdicción autónoma que
funcionaron como intermediarios entre la Colonia y la no-Colonia (enviaban a
misioneros preparados lingüística y culturalmente para la obra), al instituirse
en Roma por el papa Gregorio XV la Congregación de Propaganda Fide (1622). Una
de las modalidades del Colegio de Tarija en su actuación entre los Chiriguanos
fue la obra del padre Comajuncosa, “comisario prefecto de misiones”, sumiso a
la iglesia en general y a las Cédulas Reales de la Corona Española, es
sostenida la organización de tal colegiatura por una legitimación de tipo
canónica. Alude en su escrito de 1804 la posibilidad de realizar la misión
evangelizadora utilizando todos los métodos de persuasión posibles, incluyendo
a la persuasión “con soldados”[30] de ser necesario.
Las
subdivisiones políticas coloniales combinaron las estrategias civilizadoras con
las modalidades de evangelización franciscana, por ejemplo al verse agredidos
por los Chiriguano, los Chané de Zaipurú- Porongo piden ayuda a los españoles,
la condición de la otra parte para brindarla será la promesa de conversión y
bautismo. Otra estrategia es la otorgación de tierras a las órdenes por parte
de la Audiencia a fin de la creación de reducciones, donde establecer un
contacto con los salvajes era tarea difícil.
Las expediciones para internarse en el Chaco y fundar reducciones,
erigir capillas y comenzar la tarea cristianizadora con muchas dificultades, la
resistencia Chiriguana es fuerte. El Padre Mingo (1791) , fundador del Colegio
de Tarija, relata los acontecimientos más sobresalientes de la relación de los
padres franciscanos y los indígenas chaqueños, las negociaciones entre
emisarios frailes y caciques fueron permanentes, en una oportunidad las
condiciones naturales (lluvias que ocasionaron desastres) favorecieron las
labores de evangelización dividiendo a las poblaciones entre los Chané y
Chiriguanos –que cohabitaban una comunidad-
(1761) y resalta la labor de Fray Francisco del Pilar que se interno en
el Chaco en 1764 y se dedico a toda clase de servicios para ganarse la
confianza de los Chiriguanos, erige una capilla que termina el año de 1766.
Hacia
1770 y en adelante, con la expulsión de los Jesuitas, la orden Franciscana
asume el papel de la totalidad de la presencia religiosa sobre la base de la
anterior regionalización misionera de los Jesuitas. Esta situación sería la
razón de pleitos entre Santa Cruz y La Plata, pues las reducciones que se
venían formando y el panorama general de la chiriguania no integraban una
subdivisión geográfica precisa. Se cerraron las fronteras del sur a los
Chiriguanos, esta nueva realidad motivó a algunos caciques Chiriguanos a pedir
la presencia de las reducciones en sus comunidades, así surge la nueva
fundación de Florida en 1781, ese mismo año un grupo de neófitos marchará a
combatir contra las tropas de Tupak Amaru que habían sitiado La Paz. En este contexto Fray Pilar
realiza una labor sumamente exitosa y constante para la orden franciscana, en
tiempos de paz y de guerra, era el fundador de los primeros contactos y los
establecimientos misioneros, logro convertir a caciques de gran envergadura,
muere el 19 de marzo de 1803 en Tapuitá en la extrema pobreza. “Con su muerte
se cierra una etapa más del conflicto salvajes/civilizados”[31].
Las
Reducciones como espacio de transculturación:
Cimientan
su existencia oficial en el “gobierno espiritual” y el “gobierno político”,
unidos en las normas y actividades de la vida cristiana. El centro de la
reducción son la capilla, la casa del “conversor” y la escuela, cuyos edificios
dominan la plaza y en los alrededores (en disposición de damero) se distribuyen
los núcleos familiares. La existencia comunitaria se expresa en las bien
organizadas prácticas religiosas litúrgicas (mezcla de hechos sacramentales,
exhortaciones y amonestaciones del sacerdote). La “estancia” de la misión ocupa
la mayor parte de los días laborales de la semana, un capataz controla las
labores de los ahora “trabajadores” asalariados (una categoría totalmente
nueva) en jornadas laborales. El trabajo individual solo sirve al consumo
familiar, el colectivo se da en función a las necesidades comunitarias y
comerciales. Se cultivan algodón, azúcar y otros frutos. Las relaciones sociales
de autoridad son totalmente innovadoras para los indígenas, la autoridad máxima
se personifica en el “conversor”, al cacique se le otorga un distintivo de
autoridad (bastón de mando) nombrándole “capitán” –título hereditario- y de
carecer de sucesor son los Querembas/soldados quienes lo eligen. La vida de la reducción es reglamentada por
el “Padre”, siendo las otras autoridades menores sus intermediarios ante la comunidad: gobernador,
teniente, alcaldes, fiscales. La norma y
la sanción se aplican.
La
conformación socioeconómica de la chiriguania, su organización agrícola y su
dependencia económica a la Audiencia de Charcas, conceptualizan a la Cordillera
como una zona pobre. No circula el dinero, se comercia por intercambio. La
ayuda que perciben las reducciones va desapareciendo con el paso de los años.
Una
gran transformación se daría con la subida de la casa borbónica a la corona
española, hacia el 28 de enero de 1782 el rey Carlos III pone en vigor la
“Ordenanza de intendentes de Buenos Aires”, afectando los intereses de la
Chiriguania. El estado colonial con esta medida administrativa reordena a sus
instituciones y surge el conflicto regional entre intendencias. Viedma, con su
visión modernizadora e integracionista, se ve confrontado con la Audiencia de
Charcas. El gobierno político se transforma profundamente para las misiones del
Guapay y amenaza la integridad geográfica interna entre Santa Cruz y Tarija.
Las misiones del Guapay que manejaron un discurso aislacionista, pasaban a
depender de la administración de la ciudad de Santa Cruz y dejar de ser
“misiones” para convertirse en “doctrinas”. El objetivo es económico, esta
reorganización conduce al Chiriguano a transformarse en pequeño agricultor y
artesano, se cimientan las bases de un Estado que sería asumido más tarde por
la clase criolla en las insurrecciones independentistas.
Entre
1813 y 1814 se dan expulsiones sucesivas de misioneros franciscanos al interior
de la Chiriguania, finalmente hacia 1818 los asaltos y los movimientos
libertarios establecerían el escenario propicio para una serie más de
expulsiones y persecuciones.
V.
CONCLUSIONES
El grupo Guaraní se presentó en
el escenario amazónico muy compacto y con un componente social fuertemente
guerrero, el “ethos guerrero” que alude Calzavarini. Su identidad y sentimiento
de superioridad se manifiestan con rigurosidad en la jerarquía vertical con el
Chané, ellos son superiores y por lo tanto mejores, poseen virtudes y atributos
que los Chané no, por lo tanto ellos deben rendirles servicio y ser asimilados.
¿Qué es lo que los Chiriguano asimilan de su alter Chané? Existen aspectos
culturales chané que perduran en lo Chiriguano, si bien la mujer chané asume la
lengua guaraní mantiene las prácticas culturales propias y las transmite a su descendencia
y alienta la adopción del ethos guerrero Chiriguano en sus hijos guerreros. Ciertas
pautas de comportamiento y organización social de los Chané son asumidos por
los Chiriguano, por ejemplo los ritos de paso de los niños a la adolescencia,
la práctica de la agricultura y la tendencia al sedentarismo, entre otras. En
las prácticas de intercambio del metal la función inicial del Chané fue de
intermediario, siendo suprimida al ser sometidos por los Chiriguanos.
La
Antropofagia implica una actitud transcultural, se asimila al otro, con todos
sus atributos. El sometimiento de cautivos en la sociedad refuerza el
sentimiento de superioridad Chiriguano, las mujeres cautivas son potenciales
medios de reproducción y extensión de las redes sociales, y los hijos con éstas
futuros guerreros.
En
pocas palabras: el devorar al otro para lograr lo propio explicaría en términos
culturales a la “Antropofagia (como la) Absorción del enemigo sacro. Para transformarlo en tótem
(naturalizarlo)” (Carballo, 2006). Es posible que uno de los fines de la
antropofagia fuera extinguir material y simbólicamente al “ser Chané”, llevados por la creencia en una vida luego de
la muerte. Ésta práctica seria un mecanismo de interrupción de la continuidad
del “otro” en un plano metafísico sobre el que no posee poder o dominio alguno.
En la relación de alteridad con
el español, los Chiriguano se proyectan en el mismo plano jerárquico que ellos.
El alter español tiene el mismo poder y la misma condición que el Ava
Chiriguano. Los medios de asimilación del “alter español” se dirigen hacia el camino de la
transculturación al reconocer la fuerza que éste posee al ser dueño de una
tecnología “superior” (hierro, armas de fuego, caballos, vacas, vestimenta) y comprar
de ellos esclavos Chané.
Existe una gran cantidad de
grupos percibidos por los guaraníes, tanto como amigos como enemigos, que
ratifica la realidad social que no se limita a lo étnico sino que nacen a
partir de la experiencia y las relaciones que se establecen con los demás.
A partir de un análisis del
constante proceso migratorio Chiriguano, podemos deducir que existe en sus
rasgos identitarios un sentimiento de desarraigo permanente, sin un lugar de
origen referencial, ocupando esta necesidad de referencia la proyección
profética del “Kandire” o “la tierra sin mal”, convirtiéndose en el sentido de
su ethos migratorio.
BIBLIOGRAFIA
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BOLIVIANA: ARQUEOLOGÍA DE LOS LLANOS DE MOJOS” Revista ACTA AMAZÓNICA
VOL. 34(2), Santa Cruz, 2004
CALZAVARINI,
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R., Felipe “La
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1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
APUNTES DE ANTROPOLOGIA CHACOPLATENSE
PEREIRA, Mirtha.
Apuntes de Materia, 2009.
REFERENCIAS
[1] SZABÓ. “Diccionario
de la Antropología boliviana” 2007.
[2] ENCARTA Biblioteca de Consulta Microsoft®
Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los
derechos.
[6] Ibid. (Pág.
100)
[7] Ibid. (Pág.
100)
[8] Ibid.(Pág. 101)
[12] Ibid.(Pág. 106)
[13] SZABÓ. “Diccionario
de la Antropología boliviana” 2007.
[14] Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta®
2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[15] Enciclopedia Virtual Wikipedia,
2009.
[16] SZABÓ. “Diccionario
de la Antropología boliviana” 2007.
[17] SZABÓ. “Diccionario
de la Antropología boliviana” 2007.
[18] Pereira, Mirtha.
Apuntes de Materia, 2009.
[19] DICCIONARIO DE
ANTROPOLOGÍA ( pp15),Thomas Barfield (Editor)
[20] Luis Alcalá Zamora,
pp. 90. DICCIONARIO DE CIENCIAS JURIDCAS, POLITICAS Y SOCIALES
[21]
Presenta su teoría de la “evolución amazónica” tomando en consideración la
relación hombre-ambiente natural.
Trabaja sobre una muestra de cinco de
las ultimas poblaciones aborígenes actuales (escogidas en función de sus
particularidades culturales y del ambiente de asentamiento): Waiwai, Kayapó,
Sirionó y Jívaro, que salvando las diferencias, mantienen un sentido común de
integración al mundo natural, lo que más adelante abordaremos con el
concepto del “ethos” , que ha sido
transmitido como elemento primordial de sus actuaciones – prácticas o memoria de praxeologías originales- hacia los grupos proto-amazónicos que se
desplazaron hacia el sur. Por
consiguiente se cree que en el momento en que la densidad demográfica del norte
llego a su punto más alto se dieron desplazamientos hacia el sur, encontrándose
la cuenca Amazónica en condiciones de receptar tales olas migratorias. En las
zonas de la sabana y la pampa se instalaron las corrientes migratorias,
alcanzando una configuración de tipo tribal, ocupando la región en “refugios” que llegaron a
constituir.
[22] Pp 208, Ibídem.
[23] En la Revista ACTA
AMAZÓNICA VOL. 34(2) 2004: “AMAZONIA BOLIVIANA: ARQUEOLOGÍA DE LOS
LLANOS DE MOJOS” CALANDRA, Horacio y
SALCEDA, Alicia.
[24] En Saignes, Thierry:
“Historia del Pueblo Chiriguano” , compiladora I.Combés, 1985.
[25] ibid
[26] Las regiones estaban
delimitadas de la siguiente manera: del Cuzco al Ecuador en la región
altiplánica hacia la amazonía – Antisuyo;
del Cuzco al Ecuador entre la zona Andina y el Pacífico – Chinchasuyo; en la parte central entre
Cuzco y el mar – Cuntisuyo; desde el
Cuzco hacia el sur del continente hasta el rio Maule, abarcando la costa, los
Andes y los valles de las regiones actualmente pertenecientes a Chile y
Argentina – Collasuyo. Este último
integra la historia incaica muy tardíamente, cabe pensar que su integración fue
solamente de carácter militar. En Calzavarini: “Nacion Chiriguana…”, 1980.
[27] Pp. 90, en CALZAVARNINI: “Nación
Chiriguana.Grandeza y Ocaso”, Los Amigos del Libro, La Paz, 1980.
[28] González R. Felipe,
“Revista de las Españas” Año VII, número 75-76, pp 545-548, Madrid, España,
1932.
[29] Pp 202, en
CALZAVARNINI: “Nación Chiriguana.Grandeza y Ocaso”, Los Amigos del Libro, La
Paz, 1980.
[30] Pp 161, Ibídem.
[31] Pp 194, Ibídem.
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